La asociación de técnicos tributarios de Balears ha lanzado la primera advertencia: Hacienda prepara un nuevo "susto" para aquellos contribuyentes que obtienen ingresos no declarados, y además se destaca el impacto que ello va a tener sobre las personas que cobran alquileres 'en negro'. Todo ello de la mano de la nueva información que reclama a las entidades financieras.

Hasta ahora, la Agencia Tributaria exigía a los bancos que remitieran información sobre el dinero que los ahorradores tenían depositado en sus cuentas al cierre del año y la media de ese importe durante el ultimo trimestre de cada ejercicio, para estimar así los intereses que esa persona había recibido y las retenciones que se le habían aplicado.

Pero este año se han cambiado las reglas del juego a través del modelo 196. Ahora las entidades financieras deben de informar a Hacienda del valor total de los ingresos que sus clientes han hecho durante todo un año en sus cuentas y el valor de las cantidades que han sacado. El objetivo es bien simple: detectar si los depósitos que una persona hace en el banco superan los ingresos que ésta declara.

De esta forma, si un contribuyente afirma que vive solo de su nómina, pero ingresa en la entidad financiera cantidades que superan ese salario, los equipos informáticos darán la voz de alarma. Hasta ahora, esos datos podían ser obtenidos por Hacienda si uno de sus funcionarios los reclamaba, pero desde este año este procedimiento ha quedado automatizado.

Discrepancias en los datos

Tanto Alejandro del Campo, abogado de DMS Consulting, como Vicenç Siquier, delegado en las islas de la Asociación de Técnicos Tributarios de Cataluña y Balears, señalan que el objetivo de esta medida es detectar cualquier tipo de ingresos obtenidos y no declarados, pero reconocen el fuerte impacto que el citado modelo 196 va a tener sobre los alquileres que se cobran 'en negro'.

Fuentes de la Agencia Tributaria coinciden en ese punto: estos controles permitirán intensificar la lucha contra los alquileres no declarados, aunque advierten de que su objetivo va más allá.

Según los técnicos tributarios, en el caso de los alquileres la ecuación es relativamente simple: el dinero que se cobra por las viviendas no suele ponerse bajo el colchón, sino que se termina ingresando en la entidad financiera. Al informar ahora a Hacienda del valor total de los ingresos realizados durante un año, se podrá comprobar si coincide con los declarados, como en el caso de las nóminas. Si la diferencia es notable, los sistemas informáticos de la Agencia Tributaria darán la alarma.

Un dato básico: esta vigilancia ya se ha puesto en marcha, y por primera vez las entidades han remitido este año los datos correspondientes a 2016, tanto en lo relacionado sobre cuánto dinero se ingresó en cada cuenta y cuánto se sacó.

Cartas a los declarantes del IVA

Como se ha indicado, este nuevo mecanismo de vigilancia va mucho más allá del tema de los alquileres, como lo refleja las cartas que Hacienda ha remitido a profesionales y empresas declarantes del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) advirtiéndoles que durante este año se va a hacer un especial seguimiento de aquellos casos en los que se detecten incoherencias entre esos movimientos bancarios y la actividad declarada.

En definitiva, el objetivo es disponer de una mayor información sobre la capacidad adquisitiva de los contribuyentes para compararla con los ingresos que éstos declaran.