En esta ocasión han sido las grandes cadenas comerciales las que han decidido adelantar el inicio de las rebajas respecto a su fecha habitual. Este verano los carteles ofertando grandes descuentos se instalarán en los escaparates el 30 de junio en lugar de hacerlo el 1 de julio, y el motivo no es otro que poder dar el pistoletazo de salida de la campaña de ofertas en un viernes para poder así aprovechar al máximo el aumento en la afluencia de consumidores que se registra durante un fin de semana. La medida, según se reconoce desde las patronales isleñas, coge a contrapié a los pequeños establecimientos.

Porque según se destaca desde la patronal Afedeco, para muchas pequeñas tiendas, y a diferencia de lo que sucede en invierno, la mejor estrategia sería retrasar el inicio de las rebajas al menos hasta el 15 de julio para así poder mantener los precios más altos y maximizar los beneficios en una temporada en la que la demanda de los turistas está siendo tan potente como la que se registró durante el pasado ejercicio. En este sentido, el presidente de la asociación de comerciantes de Jaume II, Pedro Mesquida, recuerda que el sector está obligado a maximizar sus beneficios durante el verano para poder afrontar una temporada baja que, aunque más corta, "sigue siendo durísima" al depender básicamente de la demanda local.

Durante la campaña de invierno y desde la liberalización de las rebajas, han sido los pequeños establecimientos los que han optado por adelantar la aplicación de descuentos sin esperar a la tradición del día después de Reyes (fecha que ha sido respetada por los grandes), apostando habitualmente por el 2 de enero, en un intento por reactivar las ventas y ganarle unos días a los gigantes del sector.

En esta ocasión se giran las tornas. Algunas grandes superficies comerciales han comunicado ya a sus plantillas que este año las rebajas de verano se iniciarán el 30 de junio, viernes. Esta iniciativa compensa en parte, en el caso de Balears, algo que los grandes consideran incomprensible: el Govern no incluyó el día 2 de julio, domingo y primer festivo de rebajas, entre las jornadas con apertura autorizada.

Así que pese al disgusto de los pequeños, se espera que sea todo el sector del comercio balear el que el día 30 apueste por comenzar a aplicar los descuentos, aunque Pedro Mesquida no oculta lo absurdo que resulta rebajar precios en un momento en que la venta de prendas de verano está en pleno punto álgido y cuado el comercio tradicional puede hacer reservas para superar la travesía del desierto que se abre desde noviembre hasta marzo, con las excepciones del Black Friday y de la Navidad.

Las previsiones sobre estas próximas rebajas varían dependiendo del tamaño del establecimiento. Los pequeños apuestan por una entrada con descuentos moderados para mantener los ingresos en el mayor nivel posible, salvo en algunos productos que sirvan como 'gancho', donde se podría llegar al 50%, mientras que los grandes anuncian que abrirán la campaña con fuertes bajadas en los precios, aunque con la previsión de que se tratará de una campaña corta en la que al cabo de dos semanas se comenzará a dar prioridad en los escaparates al producto de nueva temporada de otoño en el que no se aplican reducciones de precio.