El debate sobre la saturación turística se cuela hasta en la selectividad. El examen de Lengua Castellana dio ayer inicio a las pruebas de acceso a la universidad y la presión de los turistas en el medio ambiente y el impacto del alquiler vacacional en el acceso a la vivienda fueron dos de los temas que pudieron elegir los alumnos para sumar los dos puntos de la pregunta de argumentación. Un poema de Juan Antonio González-Iglesias y un texto de El País fueron las dos opciones que tuvieron para el comentario de texto de cuatro puntos. Así estrenaron los 3.993 alumnos mallorquines las pruebas de acceso a la universidad que seguirán hoy y mañana. Un primer obstáculo que les sirvió para quitarse los nervios y perderle el miedo a los que les queda.

El examen de Lengua, el primero de ayer, incluye una pregunta de dos puntos donde los alumnos deben mostrar su capacidad argumentativa. En cada opción de examen se dan dos posibles temas. Este año la actualidad se lo ha puesto al pelo a los examinadores: en la primera opción, los alumnos podían argumentar si "debería restringirse el acceso a determinados entornos naturales" por cómo los "deteriora" el turismo. Y en la segunda, si debe "limitarse o regularse" el alquiler vacacional por "los problemas de habitabilidad en las ciudades".

Para el comentario de texto de cuatro puntos, los estudiantes pudieron elegir entre un poema del salmantino Juan Antonio González-Iglesias y un texto de El País.

Los dos primeros exámenes, el de Castellano y el de Inglés, impidieron que los alumnos notaran la novedad de tener a su disposición exámenes con las preguntas en castellano si así lo solicitaban, un cambio que ha generado polémica en la previa de esta selectividad pero al que los alumnos no han prestado especial atención. ¿Pedirán las preguntas en castellano? "Depende de cómo has dado la asignatura en tu instituto. Yo Matemáticas lo he dado en castellano, así que igual lo pido", señalaba ayer María Corchero, del IES Emili Darder. No obstante, la polémica pasa desapercibida. La respuesta que da Marga Cañellas, de Montesión, es la que dan la mayoría de estudiantes: "Lo importante es que puedas contestar como quieras, no las preguntas".

De los nervios a la tranquilidad

La primera jornada de selectividad empezó pronto. Muy pronto. A pesar de que los estudiantes no estaban citados en los puntos de examen hasta las 8.30 horas, algunos, como Raúl Gómez, de Santa Magdalena Sofía, llegaron a las 7.15 horas: "Nos recomendaron que llegáramos pronto por si a caso, por las colas de tráfico, por si nos perdíamos". Los minutos previos fueron aprovechados para repasar, para encontrar el aula y, sobre todo, para digerir nervios.

Tras el examen de Lengua, sensación de alivio: "Me ha ido genial. Descarté parte de la Literatura y ha entrado lo que me estudié", celebró nada más salir del aula Joaquín Fuster, del Colegio Llaüt. "Creo que me ha ido bien, me lo esperaba más difícil", suspiró a la salida Victoria Garcés, del Josep Maria Llompart. Y con esa sensación, la mayoría de alumnos.

"Me ha parecido fácil. Creo que nos preparan muy bien y que nos meten miedo para que estudiemos", festejó más tranquila Emma Gelabert, de Sant Josep Obrer, con la mirada ya puesta en Historia "porque hay mucho temario".

Más del 90 por ciento de los alumnos aprueban la selectividad recordaba ayer la vicerrectora de estudiantes Margalida Payeras. La dificultad está en sacar buena nota para entrar en la carrera que uno quiere. A algunos como Miguel Ángel Gallego, del CTEIB, le basta un 5 para entrar en Filosofía: "Vivo despreocupado". Lo mismo que a Nerea Fuertes, del CIDE y que quiere estudiar Publicidad en el CESAG. Por contra, María Corchero necesita un 12,3 para entrar en Medicina en la UIB: "Con la media de Bachiller me da, pero ahora dependo de aquí".