Cuatro miembros del tribunal de Lengua Catalana de Selectividad han renunciado para protestar por el hecho de que a partir de este curso los alumnos puedan pedir las pruebas en lengua castellana.

Hasta ahora, los exámenes se repartían en lengua catalana y los estudiantes podían contestar en catalán o en castellano (la inmensa mayoría respondía en catalán). En cada aula había una copia con los enunciados en castellano que podían solicitar al profesor para consultar si tenían alguna duda. Este año se les repartirán las pruebas en catalán, pero si alguien lo solicita se les entregarán en castellano.

La renuncia llega a dos días de que empiecen las pruebas de acceso a la universidad, que arrancarán en el campus de la Universitat de les Illes Balears (además de en puntos habilitados en las otras islas y en Inca y en Manacor) el martes 6 de junio y acabarán el jueves día 8.

¿Por qué se introduce este cambio? Era una solicitud recurrente de Ciudadanos y el ministerio de Educación trató el tema directamente con el rector Llorenç Huguet, a través del secretario de Estado de Educación, Marcial Marín.

El rector ha insistido en que ésta ha sido una decisión consensuada y tomada de forma conjunta con la conselleria de Educación, si bien desde este departamento se asegura que, aunque han sido informados y les parece bien la medida, la decisión ha sido cosa de la Universitat ya que la organización de las pruebas es competencia de la institución académica.

Tras conocerse que se daría esta opción de solicitar las pruebas en castellano, Ciudadanos hizo un comunicado "recordando la obligación de Educación" de trasladar a los centros las indicaciones para que los alumnos sepan antes del próximo martes que tendrán la opción de pedir los enunciados en castellano. Desde la Conselleria se replicó que no es obligación ni competencia suya informar de esta modificación en la organización de las pruebas.