Mañana empiezan las pruebas de Selectividad en Balears y como informó ayer este diario cuatro profesores miembros del tribunal evaluador han presentado su renuncia como protesta por el hecho de que a partir de este año los alumnos puedan solicitar los exámenes en castellano. Estos docentes critican en su carta de renuncia que tras este cambio hay "fobia y odio" a la lengua catalana y lamentan que el rector Huguet y el conseller March "hayan cedido a las presiones de Madrid" y en concreto del PP y Ciudadanos, algo que no sucedió, indican, "ni en el cuatrienio negro de José Ramón Bauzá".

Jaume Sastre, fundador de UOB Ensenyament y docente que pasó 40 días en huelga de hambre por la política lingüística de Bauzá, encabeza esta renuncia y es uno de los firmantes de la carta, renunciando a su cargo como vocal titular en el tribunal de Catalán. Pere Palou también renuncia a su puesto como titular en la asignatura de Física. Los otros dos dimisionarios, Joan Crespí (del área de Historia de la Filosofía) y Jaume S. Sabater (de Cultura Audiovisual II), son suplentes.

Los cuatro han remitido su carta de renuncia a Joan Stela, secretario de la comisión organizadora de las pruebas. En este misiva, los firmantes critican que cuando se inscribieron para corregir las pruebas no se había hecho público "este cambio importante" respecto a los años anteriores: si antes los exámenes se repartían en catalán (con copias en castellano para los alumnos que están exentos); este año, los profesores deberán indicar a los estudiantes que hay copias del examen en castellano y entregárselo a quienes lo soliciten en este lengua (como siempre, los estudiantes luego pueden elegir en qué idioma contestan).

Para lo 'desertores' este hecho es "una reculada" inaudita e injustificada ya que a su entender los alumnos que han aprobado Lengua Catalana en Bachillerato están capacitados para entender un enunciado en catalán. Creen que el cambio "convierte a la lengua propia en una lenguna folklórica, accesoria y prescindible".

Por último, critican que Huguet "ha creado un problema donde no lo había" y que incumple los estatutos de la UIB, que rezan que la Universidad "fomentará y normalizará el uso del catalán en el ámbito de sus competencias".

Desde el rectorado se señala que la decisión de este cambio ha sido consensuado con la Conselleria, algo que éste departamento niega: Educación dice haber sido informada y estar de acuerdo con la medida, pero recuerda que la competencia organitzativa es de la Universitat.