El alquiler turístico no solo ha disparado los precios del alquiler legal, también ha incentivado la construcción de viviendas que ningún votante de PSOE, Més y Podemos pueda pagar. A 130 euros por noche de precio medio en Palma, los buitres inmobiliarios se han adueñado de un negocio que solo un dirigente de PSOE, Més y Podemos se atrevería a denominar "economía colaborativa".
Lean mi experimento de alquiler turístico. Busco en airbnb.com una casa en Palma. No quiero ser ostentoso, por lo que coloco el listón inferior en 500 euros la noche. Me sorprende encontrar una oferta a este precio en la siempre recomendable pero nada lujosa barriada de son Espanyolet. Al repasar las imágenes de la vivienda en cuestión, todo son dibujos. Perdón, planos y maquetas. La propia publicidad advierte de que "la casa estará acabada en julio".
Es decir, se ponen en alquiler viviendas sobre planos, de las que no se aportan fotografías porque no están acabadas. La fiebre se ha desbocado. Prosigo mi indagación. La vivienda en alquiler contará con siete habitaciones dobles. En mis tiempos, a un establecimiento con catorce huéspedes se le llamaba hotel. Al igual que muchas otras casas a arrendar en la zona, juega con la proximidad a los cotizados barrios de Santa Catalina y el Casco Antiguo.
Según se aprecia, la gentrificación se amplía a zonas inesperadas de Palma. La compañía explotadora de la casa sobre planos se presenta con vínculos no-ruegos. Economía colaborativa, sin duda. Cuando todo son Espanyolet se alquile a 500 euros la noche, alguien deberá buscar un refugio a los actuales vecinos de la barriada. A propósito, no escruten aquí una defensa solapada de los hoteleros. La semana pasada les describíamos el alquiler de la fabulosa finca petrense de es Cabanells. Su propietario Simón Galmés es un distinguido hotelero en el impecable Biomar. De hecho, pueden apostar a que no hay un solo empresario de hostelería mallorquín que no se dedique hoy al alquiler turístico.
Las evidencias numéricas no impedirán la coartada de que se trata de que las clases medias lleguen a final de mes. En cuanto a la clientela, ninguno de ustedes recuerda a Gemma Ubasart, la secretaria general de Podemos en Cataluña que se personó en la negociación del Govern balear en un claro ejemplo de colonización. Pues bien, en su facebook propone "Bon vespre gent. Estem buscant lloc per llogar a platja o Pirineu la última setmana de juliol o primera d´agost. Si sabeu de quelcom em dieu". Puede alquilar sobre planos, salvo que su excompañera Montse Seijas le subarriende su pisito del Parlament.
Los católicos estamos de enhorabuena. El retrato regio del exobispo Javier Salinas ya cuelga en la sala de los obispos del palacio episcopal palmesano, donde recibió en abundantes sesiones nocturnas a su secretaria particular y alto cargo del PP. El prelado sedente porta un libro en vez de un cáliz en su mano derecha, con una imagen de Ramon Llull en lontananza. El cuadro no es absolutamente fiel, porque el penúltimo titular de la diócesis mallorquina no lleva dos anillos.
Los insignes doctores universitarios que primero fueron incapaces de detectar la plaga de la Xylella fastidiosa instalada hasta en el campus, y a continuación acusaron de sensacionalismo a los periodistas que informaron de la plaga, han acabado haciendo un excelente negocio con la bacteria que ha diezmado los almendros mallorquines. La conselleria de Vicenç Vidal ha repartido entre otros un contrato de 22.000 euros a la UIB para el estudio de Potenciales vectores de Xylella, y un segundo por la misma cantidad a la misma UIB de antes para la Detección de la Xylella en vegetales. Esperemos que se garantice la ausencia de incompatibilidad en estos contratos a dedo, que se rematan con un curioso pastel de catorce mil euros para un Plan estratégico de la comunicación de Xylella fastidiosa. ¿El hombre que susurraba a las bacterias?
La imagen que nos ilustra está captada inequívocamente en Deià. Corría 1968, y la foto muestra a Robert Graves junto al polifacético artista neozelandés Len Lye. El retrato forma hoy parte de la exposición que Nueva Zelanda consagra a Mallorca, la isla de la muestra On an island. Explora la relación en suelo mallorquín entre los artistas citados y Laura Riding. Como de costumbre, nuestra historia interesa más en las antípodas que en casa, porque la tenemos alquilada. Y no, en toda Nueva Zelanda no hay ninguna exposición consagrada a otra autonomía española.
Mi futuro es femenino, por lo que solo leo a escritoras. Escojo a Edna O´Brien porque me recuerda a Vanessa Redgrave, que se reencontrará en Deià con el espíritu de su marido Tony Richardson. Escojo el último libro de la escritora irlandesa, Las sillitas rojas. Allí me encuentro con una referencia inevitable. "Se puso a evocar las clases de baile que habían tomado en Nassau y en Dublín; la noche en Formentor en que ella perdió la alianza en la playa y él revolvió y revolvió la arena hasta encontrarla". Me sobra un "revolvió", pero jamás me atrevería a corregir a una escritora. Y no, en todo el libro no hay ninguna mención a otra autonomía española. Vean Déjame salir si se atreven, un Berlanga muy negro.
Reflexión dominical anticorrupta: "Exculpar a corruptos es otra manera de luchar contra la corrupción".
