Mallorca echó a HazteOír. La entidad ultraderechista promotora del polémico bus tránsfobo se encontró con el rechazo de las instituciones y de la calle: fue denunciada por el Govern y el Ayuntamiento de Palma por un posible delito de odio; no encontró un local que quisiera acoger la conferencia de su presidente, Ignacio Arsuaga; y un grupo de manifestantes interrumpió su acto en plena calle y forzó que sus escasos asistentes acabaran disolviéndose.

La conferencia prevista ayer por la tarde no pudo durar más de 15 minutos. Después de la negativa de hasta tres locales a acoger el acto, el presidente de HazteOír, Ignacio Arsuaga, tuvo que hacer su alocución en la calle, en medio de la acera y megáfono en mano, frente a la apenas veintena de asistentes que acudieron a escucharle.

Sin embargo, la llegada de un grupo de manifestantes del colectivo LGTBI, que superaba en número a los seguidores de Arsuaga, acabó interrumpiendo el acto.

Hubo momentos de tensión cuando desplegaron una pancarta con el lema "Hay niñas con pene y niños con vulva" y uno de los seguidores de HazteOír arrancó con violencia la tela y se encaró a los manifestantes, obligando a los agentes de la Policía Nacional a intervenir. Los manifestantes reprocharon a los asistentes al acto de Arsuaga que aplaudieran la acción de su compañero y, a partir de ahí, se inició un enfrentamiento de cánticos que caldeó el ambiente.

"Cómo echáis de menos al abuelo, como echáis de menos a Franco", profirió uno de los manifestantes. "Pues sí, podría volver", respondió un seguidor de Arsuaga que acabó levantando el brazo haciendo el saludo fascista.

El presidente de HazteOír acabó abandonando el lugar con sus escoltas mientras una mujer transexual le recriminaba su discurso.

HazteOír llegó a Palma sin su polémico bus -el de "Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva"-en un primer síntoma que se llegaba a un territorio más bien hostil. De hecho, con la ley balear contra la LGTBIfobia el bus hasta podría haber sido multado. No obstante, la entidad justificó la ausencia del bus "por un tema de costes".

Sí hubo bus con mensaje. Cort puso a circular los buses de la línea 2 de la EMT que recorre el casco antiguo de Palma con el lema "Stop Transfobia". Una acción que se sumó a colgar la bandera transexual desde el balcón del ayuntamiento. También el Consell exhibió la bandera arcoiris LGTBI y varios partidos colgaron ambas desde las oficinas del Parlament.

A la cámara acudieron Arsuaga y su delegado en Balears, Juan José Tenorio, para registrar una iniciativa que defiende, entre otros aspectos, que los menores transexuales no puedan recibir la asistencia que requieren y que, sin el apoyo de ningún partido político, no tendrá ningún recorrido.

Denuncia por delito de odio

Govern y Cort llevaron a Fiscalía una denuncia por un posible delito del odio de HazteOír y de su filial en las islas, Valores en Baleares. Arsuaga replicó que se le estaba denunciando antes de pronunciar su conferencia. Lo que ambas instituciones denunciaron fue una publicación en Facebook en que "se asocia a las personas transexuales con la comisión de delitos contra la libertad sexual de los menores". La Unidad de delitos contra el odio de la Policía Local cita en su informe judicial afirmaciones proferidas por la entidad como que "cualquier tipo barbudo que se siente mujer entrará al baño con tu hija de 12 años". Más allá de su denuncia, el Govern no descartó aplicar su ley contra la LGTBIfobia que prevé sanciones económicas.

Dos denuncias, ruido y poco apoyo fue el balance de su visita.