Manuel Moix presentó ayer su dimisión como fiscal jefe de la fiscalía Anticorrupción, precisamente al día siguiente de trasladarse a Mallorca para entrevistarse con los fiscales a su cargo.

El motivo de la visita de Moix era protocolaria. No había ningún tema en concreto sobre el que tuviera especial interés en tratar con los cuatro fiscales Anticorrupción, que le hablaron sobre los casos que están investigando en estos momentos.

En el encuentro se habló sobre la actuación del exfiscal Horrach como abogado defensor en el caso Cursach y sobre la posibilidad de que se pudiera producir un caso de imcompatibilidad. A Moix se le entregaron las copias de las declaraciones sobre el caso en el que aparecía la firma de Horrach, así como las últimas declaraciones de los testigos, realizadas en el juzgado, en las que confirmaban que habían hablado con el tema con el entonces fiscal Anticorrupción.

Moix no tomó ninguna decisión concreta sobre este caso, si bien señaló que existían razones para que la fiscalía presentara un escrito en el Colegio de Abogados, denunciando la incompatibilidad de Horrach para que interviniera como abogado en esta causa.

Precisamente, el fiscal encargado del caso Cursach le explicó la situación actual de esta investigación y, sobre todo, le informó sobre los episodios de amenazas que se han producidoepisodios de amenazas que se han producido, algunos de ellos en su propia persona. Por ello, Moix se comprometió a analizar las medidas protección que podrían adoptarse para evitar que el fiscal Subirán vuelva a ser amenazado por alguna persona relacionada con este caso.

Sin embargo, aunque Moix se comprometió a analizar la situación que se vive en Palma, su dimisión del cargo le impide cumplir con este compromiso.