Una de cada diez personas en Balears vive en una situación de pobreza extrema. Es decir: cerca de 100.000 mallorquines disponen de menos de 300 euros al mes para afrontar sus necesidades más básicas. Sin embargo salen adelante y pasan su día a día gracias a la ayuda de numerosas entidades que se vuelcan en echarles una mano desde la solidaridad. Entre ellas, siempre destaca Càritas Mallorca. Entidad de la acción social y caritativa del Obispado de Mallorca, en marcha desde 1961, y que atiende cada año a cerca de 10.000 personas en las islas.Se dedica a la atención de necesidades básicas de personas sin recursos como la alimentación, la entrega de productos de higiene o ropa; atiende también la necesidad de vivienda contribuyendo al pago de alquileres, hipotecas, comunidad de vecinos o pago de habitaciones; y, finalmente atiende la vulnerabilidad de los más pequeños cuyas familias se encuentran en esta situación. Càritas es uno de los ejemplos de cuando la solidaridad es la única esperanza.