"No sé si tienen o no razón en sus denuncian contra la competencia desleal, pero con esa forma de actuar los taxistas están jugando con el pan de todos, incluido el suyo". La frase es del presidente de la patronal de comercio Afedeco, Rafael Ballester, pero otra casi idéntica sale de los labios de su homólogo en la asociación de atracciones turísticas, Antonio González, y a ellas su suman los máximos responsables de las principales patronales vinculadas al primer motor económico de las islas.

Lo sucedido el jueves por la tarde en el aeropuerto de Palma, con un paro total del colectivo de taxistas como protesta contra lo que ellos consideran como vehículos 'piratas', y los incidentes registrados con agresiones incluidas a algún chófer de microbuses, generan un rechazo unánime entre las organizaciones empresariales. Incluso desde la propia federación balear de transportes, que representa a una parte de ese gremio, se lamenta el daño que se ha podido generar a la imagen turística de la isla.

La presidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca, Inma de Benito, vivió en primera persona el incidente al coincidir con su regreso de un viaje de Madrid, y no duda en calificar la situación vivida de "lamentable y caótica". Al respecto, señala que no fue una decisión patronal sino una iniciativa individual de un grupo de taxistas, y reconoce su coincidencia en la reclamación de que se luche contra el intrusismo de forma efectiva, pero añade que "como destino turístico no nos podemos permitir una imagen como la que trasladamos, contraria al esfuerzo que empresarios de todos los sectores están haciendo por diferenciar Mallorca y posicionarla como destino experiencial con una gran diversificación de productos".

Antonio González reconoce que le cuesta entender "como se puede ser tan irresponsable y jugar con lo que nos da de comer a todos. Estamos en un mercado turístico muy competitivo y no podemos ir de lío en lío. Hay personas que no asumen que este tipo de comportamientos nos pasan factura".

Rafael Ballester coincide a la hora de lamentar el daño que se ha hecho a la imagen de Mallorca. "No se si los taxistas tienen razón en sus denuncias, pero el hecho de dejar a nuestros clientes tirados y ofrecer el lamentable espectáculo de llegar a las manos no es lo mejor para un destino turístico". Al respecto, defiende el derecho de los taxistas a reclamar que se respete la legalidad, pero considera que las formas que se han utilizado resultan inaceptables.

El presidente de la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, critica la pasividad que las Administraciones han mantenido ante la constante denuncia de los taxistas sobre la competencia desleal, pero se suma a las voces que lamentan el comportamiento mantenido por este colectivo. "Aunque puedan tener razón en el fondo, las formas no son aceptables y suponen un deterioro para la imagen turística de la isla".

El presidente de la asociación de agencias de viajes de Balears (Aviba), Toni Abrines, reconoce también desconocer quién tiene la razón en el conflicto, pero califica de "patética" la actuación de los taxistas porque supone "dar una imagen tercermundista" de Mallorca. En este aspecto, expresa su confianza en que se haya tratado se "un hecho puntual" que no se va a volver a repetir. Además, suma un reproche adicional: "Cuando tomo un taxi en el aeropuerto en pleno verano y digo que solo quiero ir a Palma, me miran como si hubiera asesinado a alguien. Quizás alguno debería de aprender modales".

El gerente de la federación balear de transportistas, Salvador Servera, no oculta el daño que se ha podido ocasionar a la imagen turística, pero esgrime la necesidad de que se haga cumplir la ley y de que se actúe contra el intrusismo en su sector, de ahí que reclame un impulso a la labor inspectora para poner fin a las contrataciones irregulares.