El debut como abogado del exfiscal Horrach, en defensa de un expolítico de Calvià implicado en el caso Cursach, ha indignado tanto a la fiscalía Anticorrupción, como a la Policía. El que fuera hasta hace poco su compañero en la lucha contra la corrupción, Miguel Ángel Subirán, cuestionó ayer su presencia en este caso como abogado defensor, porque había tenido una intervención previa en esta investigación como fiscal. Y, por ello, Subirán quiso que esta posible incompatibilidad quedara reflejada oficialmente en el interrogatorio que se practicó ayer ante el juez Penalva, que permitió que Horrach actuara como defensor de Jaime Nadal, que anoche quedó en libertad.

Horrach, en su inicio como abogado defensor, puso en práctica todas las herramientas legales que tenía a su alcance para evitar que su cliente, el exdirector general de Comercio de Calvià, pasara la noche detenido en los calabozos, si bien con poco éxito. En la noche del pasado jueves, poco después de que la Policía detuviera al expolítico de Calvià, denunció la ilegalidad de esta actuación policial. No solo cuestionó personalmente esta decisión a los policías, sino que al mismo tiempo presentó un habeas corpus en el juzgado de guardia, denunciando que se trataba de una medida ilegal, a pesar de que había sido ordenada por el juez Penalva, que instruye el caso Cursach. El exfiscal Anticorrupción acudió personalmente el mismo jueves a comisaría, acompañado del también abogado David Salvá, para asistir a su cliente, aconsejándole que no declarara. La Policía, ante la denuncia que cuestionaba la legalidad de la detención, tuvo que trasladar al detenido al juzgado de guardia, para que se revisara las circunstancias de esta detención. Tras estudiar la documentación que le presentaron, la jueza rechazó la denuncia de Horrach y ratificó que se trataba de una detención legal, entre otras cosas, porque venía respaldada por una orden judicial.Indignación

Pero el malestar de la fiscalía y de la Policía contra Pedro Horrach no es tanto por su maniobra para cuestionar la legalidad del arresto. Lo que ha indignado sobre todo es que inicie su nueva carrera profesional como abogado en un caso en el que tuvo una intervención previa como fiscal. Fue el autor de la denuncia por el caso del amaño de las oposiciones en la Policía Local, que es el origen de la investigación que ha terminado con la detención e ingreso en prisión de Bartolomé Cursach, magnate del negocio nocturno de Palma. Y, además, según señaló el fiscal anticorrupción, Miguel Ángel Subirán, su excompañero había tomado una declaración oficial a un grupo de empresarios de Calvià que acudió a la Fiscalía para denunciar el trato de favor que estaba disfrutando Cursach y las repercusiones que ello ocasionaba en los otros negocios.

Horrach llevaba semanas preparando, junto a su compañero David Salvá, este caso en defensa del expolítico de Calvià. Al iniciarse el interrogatorio presentó al juez un bloque de correos electrónicos con los que intentó desmontar las pruebas de la acusación. Su presencia en este caso fue cuestionada antes de que se iniciara formalmente el interrogatorio. El fiscal Subirán quiso que quedara reflejado ante el juez Penalva lo que él interpretaba como un claro caso de incompatibilidad, puesto que Horrach había tenido conocimiento previo del caso, aunque sin detalles concretos, en su anterior función en la fiscalía Anticorrupción. Este posible conflicto de intereses también se le comunicó al detenido, que ratificó ante el juez Penalva su deseo de que le defendiera Pedro Horrach, que fue el único de los dos abogados que interrogó al investigado. Sus preguntas iban dirigidas a demostrar que no era cierto, como sostenía la acusación, que desde su cargo político intentara proteger los intereses de Cursach, al ordenar que no se revisara la licencia de la discoteca BCM, que fue posteriormente clausurada por el Ayuntamiento como consecuencia de las numerosas irregularidades detectadas.

A pesar de plantearse esta posible incompatibilidad, el juez Penalva permitió que Horrach pudiera interrogar a su cliente, si bien declaró la impertinencia de muchas de las preguntas que le planteó.

Al tratarse de una situación que no se había producido hasta ahora, el fiscal Subirán va a estudiar qué medidas puede adoptar para que a su excompañero se le prohíba intervenir en el caso Cursach. No descartaba presentar una denuncia en el Colegio de Abogados planteando esta situación de incompatibilidad, si bien tampoco renunciaba a dirigirse a otras instancias judiciales. La denuncia de Subirán viene respaldada por los "pesos pesados"de la fiscalía Anticorrupción de Balears, a los que no ha gustado que Horrach intervenga en esta investigación, cuando públicamente había manifestado que no actuaría en ningún caso donde había intervenido previamente como fiscal.

También se recordó ayer que si por algo se caracterizó Horrach en su constante y exitosa lucha contra la corrupción en Balears fue la detención de cualquier sospechoso que hubiera podido cometer un delito. Por ello, molestó especialmente a la Policía que ahora cuestione como abogado la detención del exdirector general de comercio de Calvià, cuando se había actuado exactamente igual que antes en cualquier causa de corrupción.

Pero al margen del enfrentamiento que pudo tener Pedro Horrach con la Policía, el abogado defensor intentó adelantarse a esta actuación y lo hizo presentando, poco antes del arresto del político, una querella criminal contra el principal testigo. Una denuncia que va contra un responsable del departamento de infracciones y sanciones de Calvià, que ha denunciado ante el juez que Jaime Nadal protegía los intereses de Cursach.