Mallorca vende más noches de hotel con menos hoteles abiertos. Y los llena más pese a cobrar precios más altos. Mucho más altos: un 15% más caros que hace un año. Y con todo hace más caja y negocio del que hacía, que ya es hacer, para una isla que no se baja de la euforia y los sudores del crecimiento y el abarrote turístico desde hace ya cinco años. Aunque lo más importante de este cúmulo de tendencias felices para el dinero va ligado al calendario: Mallorca desestacionaliza tanto que hace el agosto turístico ya en abril, algo impensable hace solo un lustro, cuando la crisis golpeaba hasta a los buenos negocios.

Tal es cambio en cinco años y tal es la inercia del ciclo de crecimiento que ninguna otra zona turística de España registró más pernoctaciones de turistas en abril que Mallorca. Ni siquiera se asomaron a las cifras mallorquinas esas Islas Canarias llenas de hoteles de cadena balear, que en su temporada alta están haciendo un año histórico en volumen y rentabilidad, pero ni con esas alcanzaron en abril la cifra de noches de hotel vendidas por esta Mallorca que ha dejado de esperar los veranos para empezar a provocarlos desde febrero.

Y no le va mal. Al menos en lo económico. Sus paletadas de euros ha costado: en total, han sido más de mil millones de euros de inversión en reformas y mejoras de hotel en los últimos cinco años, obras que han sumado estrellas al letrero y el pedigrí de los establecimientos, sí, pero sobre todo han servido para dotar los alojamientos turísticos de instalaciones deportivas, piscinas climatizadas, spas, solariums, restaurantes de autor y atracciones que hacen el viaje atractivo incluso en meses con poco sol y aun menos playa. De todo ello habla precisamente la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Inma Benito: "La clave es la inversión de los últimos años, la calidad que se ha logrado, que está permitiendo estas mejoras de precios y ocupación, con un añadido que es muy importante, pero habitualmente se olvida en los análisis: las subidas de categoría de los hoteles gracias a las inversiones realizadas obligan por convenio a elevar los salarios, así que el negocio va bien, pero también los sueldos y el empleo", dice.

Las cifras oficiales hechas públicas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) le dan la razón. En los hoteles de la isla había este abril trabajando 19.735 personas, más de 3.000 empleos adicionales con respecto al abril de hace dos años (16.385 trabajadores entonces). Y eso que esta vez había menos hoteles abiertos, 442 de promedio, en vez de los 469 de hace dos años. ¿Cómo es posible entonces que haya más empleo con menos establecimientos operativos? Nuevamente, por las inversiones: a más categoría, más trabajadores son precisos.

Y la apuesta funciona: pese a tener menos hoteles en marcha (en gran medida porque están en obras de reforma), las pernoctaciones de abril se disparan. Fueron 2.348.746 noches vendidas hace solo cuatro años, y la isla logró esta vez 2.762.156. Y eso supone facturar 413.410 noches más en un solo mes, una burrada: solo esas 413.000 pernoctaciones de incremento multiplican por cinco las que logran Eivissa y Formentera en total, o equivalen a las noches de hotel que venden todos los hoteles de la costa gaditana juntos. El crecimiento llega además a todos los rincones de la isla. Calvià ha pasado así de recibir 75.000 turistas en el abril de 2014 a contabilizar 110.000 este año. Salto más modesto da Palma, destino ya de doce meses que está en 143.000 turistas en abril, frente a los 135.000 de hace cuatro años. Lejos de la capital y su aeropuerto, también mejoran Capdepera, por ejemplo, ha disparado un 36% en cuatro años sus cifras de turistas de abril.

Rentabilidad al alza

Con lo que el agosto metafórico empieza cuatro meses antes de que la cumbre del verano llega al calendario. Y donde más se nota el adelanto es en la caja registradora, que deja buenas noticias en los hoteles, pero también en el resto del sector. Por partes. Los hoteles: en el inicio de esta temporada, el precio medio de la noche de hotel ha subido un 15%, mientras la rentabilidad por habitación disponible crecía aún más, un 17%. Las tarifas, eso sí, están muy lejos de lo que llegarán a ser a partir de finales de junio, cuando los 76 euros de media por habitación de abril saltarán a casi el doble, en el umbral de los 140, el precio más alto de todo el Mediterráneo.

Fuera de los hoteles, decíamos, la cosa también marcha. Ayer mismo se hacían públicos los datos de facturación del sector servicios, en los que se desglosan las ventas de ramas de actividad como el comercio o la hostelería. Y ellos también están en racha. Este marzo la cifra de negocio del comercio creció un 25% respecto al año anterior, para marcar un nuevo techo histórico y permitir en marzo un volumen de facturación hasta ahora reservado a las semanas comprendidas entre el inicio de junio y el final de septiembre.

Mallorca vende más y cobra más caro. Crea más empleo y lo paga más. Y se abarrota y satura más que nunca. Todo en abril: bienvenidos a la isla del agosto constante.