Los turistas sucumben ante los peligros del postureo. La prueba está en el temerario selfi que se hizo un hombre este domingo al borde de un acantilado en Formentor.

Ante la mirada de otros atónitos paseantes, este individuo se colocó de espaldas al mar, más allá del muro de protección del mirador junto al precipicio para hacerse una autofoto con su móvil, inclinándose hacia atrás y sin medir ningún riesgo.

La imagen del inconsciente turista pertenece a nuestro lector Jorge Carbayon, que quiso compartir esta irresponsable práctica que ya ha costado la vida a otras personas en todo el mundo.