Por un lado, "el que repite". Por el otro, "Rafael algo...algo con ce". Mientras los dos candidatos a rector de la UIB apuran los últimos días de su campaña, el colectivo más numeroso de la universidad, los estudiantes, a duras penas conocen sus nombres. De hecho, algunos no saben ni cuántos candidatos hay. Sólo unos pocos son capaces de citarlos. Y que conozcan sus proyectos, ninguno. Los alumnos de la UIB siguen con su día a día completamente al margen del proceso electoral que vive la institución. La desinformación, el desinterés o el escaso peso de su voto son las razones por lo que la mayoría de estudiantes, confiesan, no acudirá a las urnas.

El próximo miércoles, el ahora rector en funciones, Llorenç Huguet, y el doctor en Economía Rafel Crespí medirán sus apoyos para, en el caso del primero, revalidar el cargo, y, en el caso del segundo, convertirse en el primer candidato en vencer a un rector que busca la reelección. Unos 14.000 alumnos están convocados a votar. Sin embargo, un año más se espera que su participación sea baja. Hay razones para pensar que así sucederá. Basta hablar con los propios estudiantes: no sólo admiten que no irán a votar, sino que ni siguen el proceso ni conocen a los dos candidatos.

"Sabemos que cambiará el rector. Nos han enviado algún mail y hay carteles, pero no sabemos mucho más". En el claustro del edificio Ramon Llull, sede de la facultad de Filosofía y Letras, un grupo de alumnos de primero, segundo y tercero de Filología Hispánica y Filología Inglesa, descansan entre clase y clase. Isabel Franco, de segundo de Hispánica, es quien responde. "No tenemos demasiada información, la verdad". ¿Saben quienes son los candidatos? "Uno creo que es ¿Miquel Crespí? Algo Crespí", intenta recordar quienes se presentan. "No, ¿Rafel Crespí?", trata de acertar su compañera de carrera, Fanny Manzano. Acierta. Y tiene mérito. Pocos lo hacen.

"¿Candidatos? Ni idea". Neus Pons, de primero de Biología, mira a sus compañeros con los que se encuentra estudiando entre el Guillem Colom Casasnovas y el Beatriu de Pinós a ver si la ayudan. Toni Amengual la rescata: "La verdad, lo seguimos poco".

En la cafetería del Gaspar Melchor de Jovellanos, María Redecillas, de primero de Derecho, recuerda que entre los dos candidatos a rector está "el que repite". Se refiere, claro, a Llorenç Huguet.

Prueban alumnos más veteranos. En este caso, de tercero de Psicología. "Huguet y el otro. ¿Rafael? ¿Puede ser?", está a punto de hacer pleno Juan Cantero. Su compañero Miguel Ángel Torres hace memoria: "Rafael... algo con ce. ¿Calvo?¿Crespí?", acaban recordando el segundo candidato.

Hay excepciones. Rubén Fernández, de primero de Biología, conoce a los dos, tiene intención de votar y tiene claro a cuál: "Crespí es más innovador y quiere fomentar la vida en el campus", lo describe, y no duda en admitir que lo irá a votar. "Huguet no ha hecho demasiada cosa", comenta del candidato a la reelección. Su compañera Maria del Mar Andreu, le escucha con atención y confiesa que si va a votar, también se decantará por Crespí.

Desinformación o desinterés

Más allá de las excepciones, de esos contados alumnos, la mayor parte reconoce no haber seguido el proceso electoral. ¿Por qué? No todos dan las mismas razones. Por un lado, algunos se quejan de que las candidaturas no se ocupan de ellos. "Nos envían mails, pero en ningún momento se han acercado. Parece que tampoco hay mucho interés por su parte", lamenta Silvia Rivas, de segundo de Filología Inglesa. Elvira Gelabert, de primero de Derecho, sugiere que "podrían haber ido a las clases a presentarse y hablarnos".

Otra razón que señalan los estudiantes es el momento en el que llegan estas elecciones. "Ahora se acercan los finales, es mal momento", apunta Aina Maria Kleber, alumna de primero de Derecho. Coincide con ella Miguel Zoilo: "Estamos en exámenes".

"Estamos un poco empanados", bromea Francisca Arrom, estudiante de primero de Biología, con otra posible causa. "Mucha información no tenemos, aunque también puede ser que no nos interesemos demasiado", confiesa su compañero de carrera Toni Amengual, que, no obstante, destaca otra razón: "Además, como nuestro voto vale tan poco sobre el total".

Se refiere a que el voto de los 14.000 alumnos vale un 25%, la mitad que el de los 900 profesores (51%). En las últimas elecciones, entre los alumnos Antoni Riera se impuso a Huguet por 1.121 a 1.100. Aunque el economista también venciera entre el personal administrativo, la holgada victoria de Huguet entre el personal docente convirtió doce votos de ventaja del catedrático en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en una diferencia de 200 votos en el resultado ponderado. En cualquier caso, en esas elecciones la abstención entre los alumnos fue del 84%.

Rafael Crespí reconoce la "pasividad" del alumnado pero destaca la importancia de que vayan a votar y cuestiona que desde la universidad se "esté haciendo el esfuerzo" para que vayan. Por su parte, su candidatura ha lanzado guiños a los estudiantes con su concurso de vídeos con una suscripción a Netflix o Spotify.

Llorenç Huguet señala que el desinterés de los estudiantes no es una cosa de la UIB y que "muchas universidades no llegan" a ese 16% de participación. En cualquier caso, difiere de su contrincante y no quita culpa a los estudiantes: "Me sabe mal, pero los estudiantes no tienen interés por saber quien es el rector. Tienen la información".¿El Minerval? "Vergonzoso"

El tema que sí conocen es el escándalo del Minerval -la presunta estafa por parte de dos investigadores de la universidad con la comercialización de un fármaco contra el cáncer- que ha entrado de lleno en la campaña por el rectorado. De primeras no conocen el nombre: "¿Minerval? ¿qué es eso?", pregunta Fanny Manzano de Filología Hispánica. Cuando se les explica, les viene a la cabeza. "Sí, el otro día dos alumnos hablaban de ello en la mesa de al lado", relata Isabel Franco.

Quienes más saben del tema son los alumnos de Biología. "El otro día estaban las cámaras de Antena 3 por los pasillos", comenta Toni Capó, de primero. Su compañero, Toni Amengual, cree que el escándalo "nos deja en un mal sitio. Especialmente a los que estudiamos Biología". "Esto parece Breaking Bad", bromea Capó.

"Ha hecho mucho daño a la UIB y por las informaciones que salen en los medios, algo debía saber Huguet", plantea Rubén Fernández, también alumno de primero de Biología. "Es vergonzoso", opina Aina Maria Kleber, de primero de Derecho.

La UIB elige a su rector y una vez más, sus protagonistas, los estudiantes, se quedarán al margen. Sólo algunos acudirán a votar.