"Ni yo ni mis hermanos teníamos patrimonio (personal) para avalar la compra de dos hoteles. Mi padre sí que tenía porque era el único socio, el socio que estaba encima de las empresas matrices de su grupo José María Ruiz Mateo. Era el dueño finalista, el único titular o poseedor de las acciones de las más de 200 empresas que integraban el grupo. Él sí tenía patrimonio y avaló en primer lugar", explicó ayer a la Audiencia de Palma José María Ruiz Mateos Rivero, uno de los seis hijos varones del fallecido patriarca de Rumasa y Nueva Rumasa que están siendo juzgados por una estafa millonaria.

Los hermanos Ruiz Mateos, que se enfrentan a sendas penas de 7 años de cárcel por estafa, insolvencia punible y falsedad, son huesos duros de roer para los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Ana Lamas y las acusaciones particulares. La familia compró en diciembre del 2008 los hoteles Beverly Playa (Peguera) y Beverly Park (Gran Canaria) por casi 12 millones de euros, unos 9,4 millones de pago aplazado. Nueva Rumasa abonó una entrada y varios pagarés por los dos establecimientos, que el mismo día de su compra hipotecó por decenas de millones de euros (un dinero que desapareció en el maremágnum societario de la familia) y en 2010 dejó de pagar los plazos.

Los acusados dijeron que su padre les pidió ser avalistas del pago de esos millones por los hoteles en su calidad de futuros herederos del grupo y para dar más tranquilidad a los vendedores ante los 77 años que tenía el patriarca.

Ninguno de los hermanos poseía fortuna y su único patrimonio era su sueldo (de unos cinco mil euros al mes) pagado por el conglomerado empresarial. Actualmente los encausados tampoco tienen bienes con los que responder a las indemnizaciones millonarias que se les reclaman.

Un empresario cumplidor

Los acusados, especialmente José María y Zoilo Ruiz Mateos, loaron ante el tribunal la figura de su padre: "A lo largo de sus 50 años como empresario siempre tuvo la voluntad firme e inquebrantable de cumplir con todos sus compromisos de pago y cuando se dejó de pagar es porque no se pudo, no porque no se quiso", repitieron la consigna los hermanos.

Respecto al uso de sociedades de paraísos fiscales para la operación, José María afirmó que "no eran empresas offshore, digamos que eran empresas en el extranjero: a mi padre le quitaron en 1983 todo de la noche a la mañana y luego decidió constituir el grupo con sociedades en el extranjero".

Los fiscales preguntaron a Zoilo Ruiz Mateos por qué sus hermanas, que también eran posibles herederas de su padre, no avalaron la compra de los hoteles. "Mis hermanas no trabajaban con mi padre, pero iban a heredar igual", contestó el acusado.