El Colegio de Ingenieros de Montes de Balears ha pedido un pacto político que fije una hoja de ruta para afrontar el "grave problema" que viven las zonas forestales de Mallorca por la superpoblación de las cabras domésticas asilvestradas.

La proliferación de rebaños no gestionados de cabras en densidades elevadas están limitando de "forma silenciosa y persistente" la regeneración natural de muchas zonas boscosas, afirma este colegio.

Los ingenieros advierten en un comunicado del efecto negativo que están causando las poblaciones de cabras asilvestradas en zonas forestales de la isla, que se "han enquistado" en los últimos años, sumándose a los efectos de las pasadas sequías y otras perturbaciones.

Por ello, son necesarias "actuaciones urgentes, contundentes y prioritarias" en encinares, zonas quemadas y áreas sensibles de biodiversidad.

Las poblaciones de cabra doméstica asilvestrada (capra hircus), presentes en numerosas áreas forestales de Mallorca, están afectando "muy negativamente" a muchos de los ecosistemas, afirman los ingenieros.

Desde un punto de vista ecológico, esto conlleva que no se renueve el monte o los matorrales de estas zonas, provocando una mayor fragilidad y vulnerabilidad del mismo, hecho todavía más grave en un escenario de cambio global.

Se trata del caso de muchos encinares donde apenas se pueden apreciar brotes jóvenes de bellota o renuevo y que son permanentemente comidos por las cabras, situación que impide su rejuvenecimiento.

También es la situación de zonas afectadas por incendios, donde en algunos casos no queda ningún pino vivo de los que nacieron de semilla después del fuego.

En otros casos, la afección se produce sobre especies endémicas o singulares, o también sobre zonas repobladas recientemente, donde la totalidad de los árboles plantados han sido afectados.