Los inspectores de Consumo de las islas dedicarán 30 días durante este verano a poner la lupa sobre el sector del alquiler de vehículos, y más concretamente sobre las grandes empresas del sector que no se han sumado al código de buenas prácticas promovido por el Govern, por la patronal Aevab y por las asociaciones de consumidores. Esta campaña de controles se considera especialmente necesaria desde la citada patronal. Su presidente, Ramón Reus, alega que nunca habían circulado tantos vehículos de alquiler por las vías isleñas como este verano y alerta sobre los fraudes que se siguen cometiendo pese a las denuncias formuladas.

Según destaca Ramón Reus, las matriculaciones de coches de alquiler se ha incrementado un 36%, lo que implica que durante este próximo verano estarán circulando por el archipiélago unos 100.000 vehículos de este tipo, de los que en torno a 60.000 se estima que estarán en Mallorca.

El presidente de Aevab (patronal que representa a las pequeñas empresas de rent a car de las islas) responsabiliza a las grandes firmas de esta situación, y recuerda que su principal fuente de negocio no pasa tanto por el alquiler de su flota como por su posterior reventa como vehículos de segunda mano en diferentes países europeos.

Reus indica que estas grandes empresas hacen compras masivas de automóviles con descuentos del 40%, los hacen circular durante un verano para que consten como coches de segunda mano con muy poco tiempo de vida y luego se venden en el extranjero con una reducción sobre el precio oficial de venta del 20%. Teniendo en cuenta que el descuento que se había conseguido era del 40%, el beneficio para estas empresas es de un 20%. El empresario recuerda que con esta fórmula pueden recuperar además el IVA pagado por la compra.

Esta fórmula, sumada a los ingresos que se consiguen con el alquiler, explica la presencia masiva de estos coches en las islas. El presidente de Aevab lamenta, además, los fraudes que se cometen en su comercialización por internet, al ofertar coches por unos dos o tres euros al día para al llegar a la isla encontrarse el cliente con que se le ofrecen unos sobrecostes, como el seguro, que terminan multiplicando el precio real del vehículo alquilado. A ello se suma en ocasiones la práctica de cargar al cliente daños en el coche que él no ha provocado.

La mayor parte de las empresas del sector (principalmente las de menor tamaño) han aceptado el código de buenas prácticas que conlleva evitar los citados comportamientos. En estos momentos, los inspectores de Consumo revisan esas empresas para comprobar que respetan estos compromisos y otorgarles el sello que identifica sus coches, cuyo reparto se iniciará a lo largo del próximo mes. Estos distintivos permitirán que los turistas reconozcan los automóviles que se comprometen a actuar con transparencia y que han superado la revisión realizada por Consumo.

Sin embargo, la patronal de grandes empresas de rent a car (Baleval) y una buena parte de las grandes firmas (lo que supone la mayor parte de la flota) han rechazado sumarse a este código. Y sobre ellas recaerá una campaña específica de controles a partir de junio, según anuncia el director general de Consumo, Francesc Dalmau.

En concreto, el Govern dedicará 30 días a lo largo de este verano (el doble que en 2016) para realizar barridos por las páginas web y visitar las oficinas de estas empresas para comprobar si se producen prácticas irregulares y, en caso afirmativo, abrir los correspondientes expedientes sancionadores.

Según el director general de Consumo, el objetivo es que el turista identifique las empresas que actúan correctamente y evite contratar a las restantes para que "vean reducida su demanda y no les quede más remedio que irse a engañar a otra parte", destaca.