Xavier Busquets, el catedrático de la UIB que también está siendo investigado por el caso Minerval, aseguró al juez Morell que "la Universitat ha generado beneficios con el Minerval", al ser propietaria de la patente.

El catedrático quiso dejar claro al juez que siempre se mantuvo al margen del canal de comercialización del Minerval, del que alabó sus cualidades y mostró su confianza en que pronto supere las pruebas para que se le considere un medicamento contra el cáncer. Busquets también detalló que participa, con un 10 por ciento, en la creación de la empresa Liphofarma, si bien insistió en que no ha obtenido ningún beneficio económico. Sin embargo, señaló que no tenía ninguna relación con la creación de la fundación Marathón y que si bien había recibido dinero, fue por trabajos científicos, no por los beneficios de la venta del producto. "También recibo ayudas de otras fundaciones".

En su exposición explicó que hace diez años que trabaja en la investigación de esta molécula, que es el principio activo del Minerval. "Nunca he visto a Escribá vendiendo el Minerval, ni sabía que se estaba exportando al extranjero", dijo .

Busquets explicó que se enteró de la comercialización tras una reunión con el jefe del departamento. Su compañero le comentó que Escribá "no iba a ser profesor de biología celular porque la doctora Josefa Terrasa lo había vetado tras denunciar la comercialización del producto. Sin embargo, a mí no me vetó", insistió en su defensa.

Sobre la fase de estudio en el que se encuentra el Minerval dentro del proceso para obtener la calificación de fármaco, el profesor detalló que está en la fase conocida como 2-A. En la siguiente fase, explicó, Liphofarma tendrá la autorización para poder vender Minerval como fármaco, pues se utilizará en enfermedades raras, en un cáncer que sufren cinco de cada 100.000 personas. "Se puede utilizar para enfermos que ya han sido desahuciados por los médicos. Como último recurso del tratamiento se puede utilizar el Minerval".

El investigador se mostró convencido de las cualidades curativas de este producto. De hecho, aportó en su declaración unos estudios, que señalan que el 30% de los pacientes que lo han tomado, "el tumor que tenían ha sufrido una reducción del 90% de su tamaño".

Busquets insistió en que los estudios científicos que se realizan sobre este producto, se "desarrollan al margen de Liphofarma". Sobre esta empresa explicó que se trata "de un proyecto en desarrollo. En el momento que se logre la autorización para vender Minerval como fármaco, se convertirá en una empresa farmacéutica".

A nivel casero y a escondidas

El catedrático investigado reconoció que, a fecha de hoy, la empresa no tiene autorización "para fabricar el Minerval", y que si bien era cierto que era fácil de introducir en cápsulas, "se debe hacer a nivel casero y a escondidas".

El investigador también se refirió al otro producto, el Dhalifort, para enfermos de alzheimer. Afirmó que la UIB "también recibe beneficios por esta investigación, de unos 200.000 euros al año". Explicó que se trata de un "complemento alimenticio" y que la licencia para su distribución la tiene una empresa de Budapest, de la que él es socio con un 1%. Aclaró que la diferencia entre Minerval y Dhalifort es que el primero "es un medicamento en desarrollo y el segundo es un complemento alimenticio". Afirmó que el Minerval "tiene una eficacia clínica del 30 por ciento".