Daniel Bachiller, el funcionario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que también fue expulsado de Podemos junto a las diputadas Xelo Huertas y Montserrat Seijas, sostuvo ayer ante la juez de primera instancia 14 de Palma que el asunto de fondo de la crisis en el partido morado del pasado otoño no era el futuro de su laboratorio en Caubet-Cimera "sino el cumplimiento de los acuerdos de gobierno (que permitieron el Govern del Pacte)".

Bachiller encendió el fuego en el chat interno de la ejecutiva de Podemos al escribir que "el Govern ha decidido expulsarme de Balears", pero ayer ante la jueza Partida aseguró que la no inclusión de la partida para sus investigaciones "iba en contra de nuestro programa electoral y era uno más de los incumplimientos de los acuerdos de gobierno". Aina Díaz, abogada de Podemos, preguntó a Bachiller si antes de la crisis no había sido obligado a alejarse de las negociaciones de los presupuestos por ser parte interesada, pero el testigo lo negó y aseguró que él solo se apartó.