El salón Náutico de Palma avanza a toda vela hacia el objetivo de convertirse en la feria marinera de referencia en el Mediterráneo. Ayer cerró su edición número 34 con dos datos que explican el éxito: en los cuatro días de exhibición, los muelles de Palma han recibido la visita de 32.000 personas, una cifra que supone un incremento del 10% respecto al año anterior. De ahí la satisfacción compartida por el Govern y por las empresas de un sector que se sabe clave para el futuro económico de las islas.

Y para dejarlo claro, han mostrado músculo estos días, en los que otra vez el Salón Náutico de Palma se quedó sin sitio para acoger todos los yates y superyates que pretendían inscribirse. Fueron en total 220 embarcaciones las que ocuparon la lámina de agua junto al Moll Vell. Y de ellas, 67 eran superyates, de hasta 70 metros de eslora, barcos de lujo cada vez más habituales en la costa mallorquina (y en los muelles del Salón Náutico, que dejó fuera a entre 20 y 25 de estos grandes yates por falta de espacio, según explicó en la rueda de prensa de presentación el director de la feria).

Además del despliegue acuático, en tierra mostraron sus servicios y productos un total de 244 expositores procedentes de todo el mundo. Este incremento de actividad fue posible gracias a que el Govern y la Autoridad Portuaria lograron ganar 2.200 metros cuadrados para el Salón Náutico y la Superyatch Show, como recalcaba tanto en la presentación como en la clausura el Conseller de Trabajo, Comercio e Industria, Iago Negueruela. El Govern también celebra el éxito de convocatoria de un foro de inversión náutica que permitió poner en contacto a más de cuarenta grandes empresarios y fondos llegados de todo el mundo, con emprendedores e innovadores de las islas que están tratando de poner en marcha nuevas empresas náuticas.

Según el Govern, tanto el incremento de visitantes como el interés mostrado durante esta edición por inversores y armadores de yates demuestran que "la promoción y comercialización del salón ha sido muy efectiva". También destacan la "repercusión mediática" de un certamen organizado mano a mano entre el sector público y el privado, con el Govern y su Institut d´Innovació aliados con algunas de las empresas más destacadas del sector en la islas y con la patronal que las agrupa.

Crecer más

Los retos de futuro, a su vez, se parecen mucho a los que dan rumbo al salón desde hace años: seguir creciendo. Según explicaba el conseller Negueruela, la ambición es incorporar más espacio a la feria, toda vez que astilleros muy importantes han solicitado más metros para estar en la próxima edición de la feria. "Desde la organización se hará lo posible para satisfacer la demanda, aunque el recinto ferial del Moll Vell es limitado", recalcaban ayer, en un comunicado de prensa, los organizadores del Salón Náutico de Palma, que cerró ayer sus puertas a media tarde, después de un fin de semana de muelles abarrotados hasta la media noche.