Finalmente, la Universidad da el paso: Llorenç Huguet, rector de la Universidad de les Illes Balears (UIB), ha anunciado hoy que se personan en la causa judicial abierta contra dos catedráticos de la institución, Pablo Escribá y Xavier Busquets, acusados de estafar a decenas de pacientes terminales con la venta de un falso fármaco contra el cáncer. Huguet ha concretado que, de momento, se limitan a comparecer en la causa, y más adelante se verá si lo hacen en calidad de perjudicados (algo que en realidad depende de la decisión del juez): "Vamos a verlo, queremos escuchar las declaraciones y conocer toda la información antes de presentarnos como perjudicados, aunque de momento ya ha habido un perjuicio social para la Universidad", resumía Huguet, que hasta ahora había evitado pronunciarse acerca del desprestigio sufrido por la UIB como consecuencia de este escándalo.

Tampoco había valorado el rector el fondo de la cuestión, ni las acusaciones de quienes consideran que la Universidad no actuó con la contundencia y diligencia debida para evitar esta presunta estafa, como fue el caso, por ejemplo, de Rafel Crespí, el candidato que en unas semanas le disputará a Huguet en la urnas el Rectorado. Precisamente a Crespí ha dirigido sus dardos Huguet: "Cada uno es responsable de sus hechos y sus palabras. Yo le pedí a Crespí que hiciese causa común para defender la Universidad y no lo ha hecho así. Si no soy rector luego, me pondré a disposición de quien me suceda".

Preguntado por la posibilidad de que la inacción que algunos afean a la Universidad pueda conducir a la imputación de alguno de los cargos del Rectorado, Huguet se declara poco preocupado al respecto: "Vistas las diligencias practicadas nada apunta a eso, no sospechamos que pueda ocurrir". El máximo responsable de la Universidad balear se defendía además de las acusaciones de negligencia recordando que en la institución no tienen los medios de la policía, y se han enterado solo ahora de algunos hechos que apuntan al fraude. "La Universidad no tiene las herramientas de la policía y la Fiscalía para investigar todo esto, y ahora están saliendo hechos que nunca habían salido: sin ellos no podíamos llegar a las conclusiones que ha alcanzado la policía", subraya, antes de insistir en la necesidad de probar las acusaciones contra Escribá y Busquets: "Se ha de probar si ha habido esta comercialización como fármaco o se ha hecho de otro modo o como complemento químico. Nosotros vamos a colaborar con la justicia y ayudar en lo que sea preciso".

La Universidad se persona

El rector aseguraba que este giro que ha llevado en las últimas horas a la institución a personarse en la causa no tiene relación con las declaraciones ante el juez de los dos catedráticos. Según Huguet, la demora en la decisión ha respondido únicamente a la necesidad de analizar al detalle los hechos y el proceso. "No nos hemos personado antes porque queríamos hacerlo con todas las garantías legales", reflexiona Huguet, que ha informado de que representará a la universidad el experto penalista y profesor de la Uib Gabriel Garcias, conocido por ejemplo por haber sido el primer abogado que tuvo Maria Antonia Munar tras ser detenida por corrupción.

"Solidaridad" con las víctimas

Huguet hizo además hincapié en que desde el rectorado harán "llegar toda la solidaridad a los familiares y los enfermos afectados" por esta supuesta estafa. "Estamos preocupados por los familiares y pacientes que han acudido a este producto para curar su enfermedad y se siente defraudados", apuntaba el rector, que ha insistido varias veces en la necesidad de que se respete la presunción de inocencia de los dos catedráticos. "Dos profesores nuestros están acusados de hacer mal uso de la investigación y de esta casa [en referencia a la UIB, desde donde elaboraron, encapsularon y distribuyeron el falso fármaco], pero eso aún ha de ser probado", comentaba Huguet, que promete que la Universitat "colaborará en todo momento con la Justicia, pero siempre desde la presunción de inocencia". Por ello, advertía el rector, la Universidad no tomará mas medidas contra los dos catedráticos: "Aunque quisiésemos, no podríamos", al estar la causa judicializada.

Huguet acababa su comparecencia pidiendo a la opinión pública que analice este escándalo con perspectiva: "Si alguien lo ha hecho mal, eso no puede suponer el desprestigio de los 600 investigadores de la Universidad", ha concluido Huguet.