El IB-Salut tiene que realizar cada año en torno a 1.200 traslados (1.259 en 2016) de pacientes a centros especializados de la península para que sean atendidos de unas diez patologías o procesos asistenciales que, por su rareza o escaso número de afectados, no puede ofrecer en su cartera de servicios.

Onofre Sans, responsable de prestaciones sanitarias del Servei de Salut, detalla cuáles son estas prestaciones que no pueden ofrecer. Así, habla en primer lugar de los trasplantes. Conocido es que en esta comunidad autónoma tan solo se realizan trasplantes renales y de córnea. Quedan fuera por tanto los trasplantes hepáticos, los de pulmón, los cardiacos, los de riñón y páncreas conjuntos... "Y algunos tipos de trasplantes de médula osea", completa Sans.

Una vieja reivindicación de los servicios de Digestivo y de Cirugía Cardiaca es acometer los trasplantes de sus respectivas especialidades en las islas para, de esta manera, evitar a los pacientes baleares y a sus familiares largas, costosas y desesperantes esperas en centros acreditados de la península la llegada de un órgano compatible para ellos.

La insuficiencia respiratoria aguda en los recién nacidos también precisa ser derivada a hospitales de referencia del país. Estos procesos requieren que los bebés sean conectados a una máquina que suple varias funciones vitales. La terapia de Oxigenación por Membrana Extracorpórea es un programa (ECMO, por sus siglas en inglés) permite salvar la vida muchos bebés con enfermedades cardiológicas, respiratorias y renales. El sistema reemplaza temporalmente la actividad cardíaca y respiratoria mientras los pulmones, el corazón o el riñón se recuperan.

Recientemente este diario informó de una derivación de un bebé de tan solo dos días de vida al hospital Vall d´Hebron de Barcelona para ser conectada a esta máquina tras sufrir una insuficiencia respiratoria que ponía en peligro su vida a consecuencia de haber aspirado accidentalmente meconio (las primeras heces del bebé) durante el parto.

Son Espases cuenta con un aparato para realizar esta terapia pero solo se usa para pacientes adultos y no hay profesionales formados para utilizarlo con recién nacidos por la escasa demanda existente, lo que aconseja a derivarlos a otros centros especializados con más experiencia en su uso con bebés.

Los tratamientos de radiocirugía estereotáxica tampoco se ofrecen en la sanidad publica balear. El responsable de prestaciones del IB-Salut aclara que se trata de aquellas terapias que han de recibir los pacientes con una metástasis cerebral que precisan recibir radioterapia con una precisión extrema, "fijando el haz de la radio en un punto muy pequeño".

"Para estos tratamientos derivamos a los pacientes o bien al Institut Català d´Oncologia (ICO) o a la Ruber Internacional de Madrid. Y remitiremos a una media docena de pacientes al año", estima Sans.

También unos seis pacientes que padecen quemaduras en buena parte de su cuerpo son derivados cada año a la unidad de Grandes Quemados del hospital Vall d´Hebron de Barcelona. "Allí cuentan con un servicio en el que hay una unidad de cirugía plástica y enfermeras especializadas en el trato de estos enfermos", explica los motivos de esta derivación.

Las cardiopatías congénitas en recién nacidos también precisan ser remitidas a otros centros que, por una mayor demanda, hayan adquirido una mayor pericia en su abordaje. Los centros de referencia de Balears para estos casos son, de nuevo, el Vall d´Hebron y el hospital Sant Joan de Déu catalán, apunta Sans, que admite que la sanidad pública de las islas carece de experiencia en tratar estas patologías en bebés de menos de tres kilos de peso y que por ello se han de derivar, de media, entre 20 y 25 pacientes con esta problemática cada año.

"La cirugía de la Epilepsia y el Parkinson todavía no la hacemos aquí y tenemos que enviar a los pacientes que la necesitan fuera", continúa Onofre Sans con su enumeración de los procesos incluidos en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) que el IB-Salut, hoy por hoy, no puede ofrecer a sus ciudadanos.

"Y tampoco realizamos algún proceso de fertilización in vitro como el lavado de semen o la ovodonación (donación de óvulos), que no se hace en ningún hospital público de las islas", prosigue el responsable de prestaciones sanitarias que recuerda que, en el Servei de Salut, estos procesos están restringidos para las mujeres hasta que cumplan los 40 años y, con los hombres, hasta los 55, en ambos casos desde la mayoría de edad. "Hay otras restricciones como la no tener un hijo sano y, en el caso de las parejas, tampoco debe haber descendencia previa y sana. Los pacientes tampoco deben haberse sometido a una esterilización previa ni tener contraindicaciones médicas para someterse a estos procesos. Los que cumplan estos requisitos pueden someterse a cuatro inseminaciones o a tres fecundaciones in vitro como máximo", explica.

Los embarazos de alto riesgo con un feto con una anomalía congénita grave también son derivados a otros hospitales que cuenten con servicios de cirugía cardiaca pediátrica del que las islas carecen. Como también se remiten a pacientes con cánceres a centros especializados con exhaustivos estudios y experiencia sobre esos tumores en concreto.

Anorgasmia

"Todos estos procesos supondrán el 95% de las derivaciones que realizamos cada año", concluye Sans antes de recordar las intervenciones para cambio de sexo que, recalca, también están incluidas en la cartera de servicios de la sanidad pública española, pese al desconocimiento general existente sobre la posibilidad de acogerse a esta prestación de manera gratuita. Los pacientes que quieren someterse a una vaginoplastia o faloplastia son remitidos al hospital Carlos Haya de Málaga donde soportan largas listas de espera de hasta 5 años. En estos momentos hay doce baleares en esta tesitura aunque, como revela Sans, es común entre estos pacientes echarse atrás cuando ya tienen fecha para la intervención porque uno de los efectos indeseables de la misma puede ser la anorgasmia (ausencia del orgasmo durante el acto sexual).