Un estudio de siete pesquerías españolas, incluida una de Balears, y otras francesas, difundido ayer por las organizaciones WWF y MSC, alerta de que el estado de las poblaciones del Mediterráneo es "frágil" y "preocupante" debido a la "presión de la actividad humana" y a la sobreexplotación marina.

Entre las pesquerías analizadas figuran la gamba roja de arrastre de Palamós (Girona); el jonquillo con arte de tiro en Balears; la merluza de arrastre en el Golfo de León, la quisquilla de nasa en Motril (Granada); el salmonete de fango de arrastre en Villajoyosa y Santa Pola (Alicante) y el langostino de paranza (charamita) del mar Menor.

Con este informe, MSC -conocida por su sello para certificar pesca sostenible- y la ecologista WWF han acabado la segunda fase de su proyecto Medfish, iniciado en 2015 para evaluar la sostenibilidad de los caladeros del Mediterráneo.

El trabajo ha permitido identificar "fortalezas y ejes de mejora para formular planes específicos y avanzar hacia la sostenibilidad del Mediterráneo, donde un 93 % de las especies están sobreexplotadas según la Comisión Europea (CE)", según un comunicado.

Los auditores se han basado en datos de profesionales de la pesca -organizaciones de productores y cofradías-, científicos, la Administración central y los Gobiernos autonómicos. Según el estudio, de las especies analizadas solo seis (merluza, sardina, salmonete de fango, boquerón, gamba roja y jonquillo) disponen de evaluaciones analíticas.