La plataforma ecologista Terraferida ha puesto el foco sobre Cala Màrmols, una de las pocas playas que durante el verano mallorquín regatean la masificación y que esta Semana Santa ha sufrido una invasión de bañistas. La organización publicó en su Facebook el escrito de denuncia de un usuario de la cala acompañado de varias fotos que ilustran una multitudinaria concentración de jóvenes y basura desperdigada por el suelo.

"La cala estaba llena de jóvenes (20-25). La mayoría turistas extranjeros (italianos, ingleses, alemanes...). No eran los típicos excursionistas. Eran gente joven que ha pasado el día haciendo ´selfies´, bebiendo y con los altavoces de sus teléfonos encendidos, por si acaso los demás queríamos escuchar su música. Y lo más sorprendente: llevaban drones", describió este irritado usuario.

El secreto del relativo anonimato del que había disfrutado Cala Màrmols, en Santanyí, era su difícil accesibilidad; solo se podía llegar en barco o después de una larga caminata por un terreno escarpado. "Eran pequeños grupos que al llegar se daban la enhorabuena por haber encontrado la cala. La cosa es la basura que han dejado (...). Se está convirtiendo en el nuevo Caló des Moro", sentenció este usuario.