Podemos insiste en que Biel Barceló debe abandonar la vicepresidencia y el Govern por las adjudicaciones de su conselleria al que fuera director de campaña de Més en 2015, Jaume Garau, pero en el partido liderado en Balears por Alberto Jarabo introducen un matiz que es clave: la continuidad de Barceló -que adelantó a este diario que está decidido a seguir en el cargo y cuenta con el respaldo de la presidenta, Francina Armengol- no implicará que Podemos rompa el acuerdo por el que apoya desde el Parlament el Govern de PSIB y Més. Lo certificaban ayer tanto el propio Jarabo, secretario general de Podemos, como la secretaria Política, Laura Camargo, que coincidían en calificar de "firme" su compromiso con el acuerdo de Govern, pero se declaraban poco convencidos por las explicaciones que ha dado hasta el momento Barceló.

Camargo, de hecho, calificaba de "incongruentes" algunas de las respuestas que Barceló dio a Diario de Mallorca este domingo, cuando en una entrevista afirmaba que él dio a sus subordinados instrucciones directas para que no adjudicaran nada a colaboradores y afines como Garau, pero sus directores generales le desobedecieron. "Eso son palabras mayores", analiza Camargo, que, como Alberto Jarabo, no entiende la continuidad en sus puestos de esos altos cargos, que habrían desatendido tanto órdenes directas como los compromisos éticos de su partido y del Pacto.

Tampoco comprenden la decisión de seguir de Barceló: "Él ha reconocido errores políticos, pero no ha asumido las consecuentes responsabilidades políticas, ni él ni sus directores generales", subraya Jarabo. Por eso insiste en la marcha de Barceló, que cree que reforzará al Govern y dará vigencia y valor a las medidas contempladas en el acuerdo programático para la legislatura. La explicación es sencilla: entre esas medidas, recalcan Jarabo y Camargo, hay compromisos para reforzar la transparencia en la gestión pública y para acabar con las adjudicaciones y comportamientos poco éticos de gobiernos pasados del PP, planteamientos incompatibles con las adjudicaciones de la conselleria de Turismo e Innovación de Biel Barceló al que fuera su jefe de campaña.

"No estamos diciendo que estemos ante un caso de corrupción, ni que haya una responsabilidad penal de Barceló: solo pedimos que asuma responsabilidades políticas. Para conservar ese mandato de regeneración democrática que son los Acuerdos por el Cambio entendemos que lo más coherente es que dimita y si no lo hace no estamos diciendo que vayamos a abandonar el acuerdo, pero por supuesto es una de las opciones que están sobre la mesa", razonaba Camargo, que en este último punto, esa alusión a que la salida de Podemos del Pacto está sobre la mesa, se volvía confusa: en el partido repiten que no hay ultimátum y que la salida de Barceló no es imprescindible, pero luego reconocen que romper el pacto es una opción.

No es la que prefieren Jarabo y Camargo, como ellos mismos dejan claro, pero la posibilidad existe y la analizaron ayer. Fue durante el Consejo de Coordinación que reune cada lunes a los líderes del partido, en el que primero evaluaron todos los escenarios que se presentan (desde la dimisión de Barceló, a lo que pueda determinar la Fiscalía Anticorrupción, o a la continuidad del propio vicepresident) para luego perfilar algunas de las respuestas del partido. Ahí es donde aparece la opción de ruptura, que en todo caso debería ser votado por el Consejo Ciudadano de Podemos.

Antes de llegar a ese extremo, Podemos quiere convocar una reunión del Pacto. La idea es consensuar esta misma semana una estrategia común con todos los partidos que lo forman (PSOE, Més por Mallorca, Podemos y Més per Menorca). En ese encuentro, Podemos planea reclamar "más garantías de que se van a cumplir los Acuerdos por el cambio". "A partir de ahí dejaremos a la Fiscalía Anticorrupción actuar y extremaremos la vigilancia sobre el Govern y su contratación", ahonda Jarabo, que dice que quiere rebajar la tensión entre los socios del Pacto y enfatiza que, aunque probablemente no sea lo más rentable de cara a la imagen del partido ante su electorado, Podemos está anteponiendo las prioridades de la ciudadanía, que pasan por la aplicación del acuerdo de gobierno con Més y PSIB, con sus medidas de"rescate ciudadano" y regeneración democrática.

No creen la versión de Barceló

Jarabo, como Camargo, tiene "muchas dudas" ante las explicaciones de Barceló. Una de las fundamentales tiene que ver con la afirmación del vicepresident de que él nunca supo que se estaba contratando con Garau, y que de haberlo sabido no lo habría permitido. Jarabo recuerda que algunas de las adjudicaciones de la conselleria de Barceló a Garau obligaron a "una tramitación larga, en la que surgieron bastantes problemas", "un proceso de meses que concluye con tres empresas presentándose a un concurso, dos de ellas para no competir siquiera", documenta el líder de Podemos, extrañado por el hecho de que Barceló, como dice, nunca fuera informado de un expediente tan accidentada.

Por todo ello, en Podemos consideran que la dimisión de Barceló acabaría con las dudas y fortalecería al Govern. "No sería dramático", remacha Camargo, que pone como ejemplo de normalidad democrática el llamado caso Toblerone, por el que una vicepresidenta sueca dimitió después de que detectasen que había utilizado una tarjeta de crédito oficial para pagarse una chocolatina. Y esta vez no se trata de tan poca cosa, recuerda la propia Camargo, que opina que la crisis originada por los contratos a dedo desvelados por Diario de Mallorca "se ha cerrado en falso": "Salieron del Govern la exconsellera de Cultura (Ruth Mateu, Més per Menorca) y algunos cargos de ese departamento relacionados con los contratos fraccionados, pero Garau también tuvo contratos en otras conselleries, como la de Turismo del vicepresident Barceló".