La contaminación media de dióxido de nitrógeno en el aire de Palma se sitúo en 2016 en 37 microgramos por metro cúbico, un 7,5 % por debajo del límite a partir del cual se considera nocivo para la salud, que es de 40 mg/m3. En los últimos cinco años la media se ha situado siempre en ese mismo valor a excepción de 2015, cuando alcanzó los 39 mg/m3, algo que tiene que ver tanto con la contaminación de los vehículos como por factores meteorológicos.

Ante esta situación, "se ha considerado conveniente actuar", indicó la Conselleria de Territorio, que anunció el inicio del proceso para dotar a la capital, el núcleo más contaminado de las islas, de un nuevo Plan de Mejora de la Calidad del Aire.