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Crisis de Govern

Jaume Garau: detrás de la mejor y de la peor campaña de Més

Doctor en Economía, íntimo amigo de Biel Barceló y estratega del partido, el estratega ecosoberanista ha pasado de héroe a villano. Més lo vio como responsable de sus resultados en 2015, y ahora teme que por el escándalo de sus contratos también lo sea de sus resultados en 2019

Jaume Garau: detrás de la mejor y de la peor campaña de Més

Falta media hora para el acto central de la campaña de Més. Biel Barceló ensaya su discurso entre bambalinas en el Trui Teatre. No lo hace frente a un espejo, sino frente a Jaume Garau. Su jefe de campaña le indica en qué frases debe poner el énfasis e incluso los gestos que debe hacer. Barceló se ha entregado a él. Lo ha hecho todo el partido. La campaña no está yendo mal y hay motivos para confiar en el que se empieza a llamar gurú del partido. Garau bromea con los candidatos antes de que salgan al escenario: "Va, al final me hacéis pasillo y salgo yo".

La noche electoral del 24 de mayo, todas las miradas se giran hacia él cuando Més saca el mejor resultado de su historia: 59.000 votos, nueve diputados. Es el héroe, a Garau se le atribuye la gesta. Medios, analistas políticos e incluso sus rivales se doblegan ante él: Més ha hecho la mejor campaña, coinciden. Si antes se le presuponía inteligencia, solvencia y capacidad de estrategia, los resultados de las autonómicas lo convierten en un referente en la propia formación y consolidan su imagen de gurú.

Garau, doctor en Economía y exdirector general de Fondos Europeos en el segundo Govern del Pacte, es íntimo amigo de Barceló. Se definen como "hermanos". No es el único en Més con quien tiene una excelente relación: es el padrino de la hija del último candidato al Congreso del partido, Antoni Verger. También son íntimos con Nanda Ramon. La exconcejala de Cort estaba en el equipo de campaña electoral, donde era su brazo derecho. De hecho, Ramon no ha aceptado la expulsión de Garau formalizada por el partido y ha anunciado que también abandona. Barceló, Garau y Nanda Ramon eran inseparables desde 2006. Así lo cuenta el propio Garau. De los tres, ahora sólo queda Barceló.

Mientras coordinó la campaña electoral de Més, Garau apuntaló y defendió en varios actos públicos la vuelta de la ecotasa. Cuando se negoció la formación del Govern, sonó como conseller. Rechazó todas las ofertas. Sin embargo, se le atribuyen a él todos los nombramientos de la vicepresidencia y la conselleria de Innovación y Turismo de Biel Barceló. Precisamente, eso le empezó a generar antipatías en el partido por parte de quienes criticaron que se nombrara a independientes en varias direcciones generales y no a miembros de Més; y que Barceló actuara prácticamente al dictado de Garau. La palabra gurú para referirse a Garau empieza a coger tintes despectivos en algunos sectores de Més.

Entre los nombramientos estuvo el de su exsocio Félix de Pablo como director general de Fondos Europeos. Garau lamentaba en una entrevista "perder al Govern como cliente" por ese nombramiento, mientras se jactaba de haber facturado en los últimos años hasta tres millones a diferentes comunidades autónomas. 900.000 euros al Govern del PP de José Ramón Bauzá.

Expulsado del partido

Dos años después, en Més hay quien le llama "indigno". Ha pasado de héroe a villano. El partido expulsa a su estratega y militante desde los 16 años. Además de los 48.000 euros que recibió como artífice de la campaña, ha recibido más de 154.000 euros en contratos a dedo de las conselleries del partido, desencadenando la peor crisis de la formación y de este Govern.

Los actuales portavoces de Més le acusan de lo que en la oposición llaman "la trama de Més". Aseguran que sólo él sabía de los diferentes contratos que estaba recibiendo y que se aprovechó de su confianza con los distintos consellers del partido para llevarse las cuestionados adjudicaciones, ahora investigadas por los fiscales anticorrupción Ana Lamas y Juan Carrau.

Se trata de un golpe que la formación no sabe cómo digerir ni si sus propios electores se lo perdonarán en la próxima cita electoral. Més vio a Garau como el responsable de sus resultados en 2015. Ahora teme que sea el responsable de sus resultados en 2019.

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