La crisis del Govern por los contratos a dedo de las conselleries de Més a su estratega electoral está lejos de solucionarse. En el Pacto de Izquierdas hay voces que creen que la cabeza de la consellera de Transparencia y Cultura, Ruth Mateu, no es suficiente. Apuntan hacia el vicepresidente Biel Barceló, a quien sus socios cuestionan en privado que no hubiera salido el viernes a explicar la crisis de los contratos y dejara sola a la presidenta Francina Armengol. Los nacionalistas aseguran que la cabeza de su líder es innegociable y si se la piden amenazan con marcharse del Govern, lo que implicaría que Armengol debería convocar elecciones anticipadas.

Podemos puso ayer el foco sobre el vicepresidente Barceló. Reclamaron "un cambio de rumbo" en las políticas de la conselleria de Turismo y pusieron como ejemplo la tardanza en presentar la Ley del Alquiler Turístico. También recordaron que Jaume Garau, el estratega electoral de Més que ha recibido hasta seis contratos de sus compañeros, "es muy amigo de Barceló". Previamente habían alabado la actuación contundente y las dimisiones del Govern. No obstante, al solicitar un cambio de rumbo en la conselleria de Turismo ponían en el disparadero al vicepresidente Biel Barceló.

Enfado del PSOE

Por su parte, voces del PSOE no esconden su enfado por lo ocurrido el pasado viernes. Estaba previsto que el Consell de Govern aprobara la Ley del Alquiler Turístico, uno de los temas estrella de Barceló. El vicepresidente debía comparecer junto a Armengol en la rueda prensa posterior. Al estallar la crisis de los contratos se retiró la Ley del Alquiler Vacacional y Armengol salió en solitario a capear el temporal de los contratos de sus socios de Més y a explicar la dimisión de la consellera. El portavoz socialista, Andreu Alcover, al igual que los de Podemos, alabó la rápida adopción de medidas. No obstante, Alcover soltó una frase muy significativa de la situación. Quiso dejar claro que su partido "es un mero convidado de piedra en esta crisis". Los socialistas quieren que se visualice que el problema lo ha generado Més.

Los econacionalistas no cederán a la presión "política y mediática" que reclama más cabezas por el asunto de los contratos. David Abril admitía que si se pide la cabeza de Barceló "nos iremos del Govern y se tendrán que convocar elecciones anticipadas". Un escenario que en estos momentos no contempla ninguno de los partidos de izquierdas.

Barceló no dio explicaciones públicas el viernes por la destitución de Mateu. Eso sí, registró una comparecencia voluntaria en el Parlament. No obstante, las explicaciones en la cámara balear no se producirán hasta la próxima semana. Tanto el PSOE como Podemos dejaron claro ayer que no moverán ficha hasta que Barceló se haya explicado. Sin embargo, lamentaron que estas explicaciones públicas se retrasen.

Por su parte, desde Més aseguraron que fue una decisión consensuada con la presidenta que ella saliera sola a dar explicaciones sobre la crisis de los contratos. Desde el Consolat también hablaron de consenso entre PSOE y Més sobre la retirada de la Ley Turística y la comparecencia sin Barceló de Francina Armengol.

Ayer Fina Santiago, consellera de Servicios Sociales, aseguró que con la dimisión de la consellera de Transparencia, Ruth Mateu, y la expulsión de Més de Jaume Garau "el partido y el Govern han asumido el error político de contratar sin concurso al antiguo coordinador de campaña del partido"

Santiago añadió que la crisis por la publicación de los contratos directos a empresas de Garau "se ha resuelto con medidas de carácter político que han sido duras". También recordó que la dimisión de una consellera que asume la responsabilidad política "no es habitual". Pese a ello, dentro del propio Més también existe una fuerte presión interna y algunos sectores de la bases se muestra muy críticos con las actuaciones de sus consellers y la falta de explicaciones de los contratos a las empresas de Jaume Garau.