La calle Isidor antillón, donde tiene ubicada su sede central Més per Mallorca, registró ayer una frenética actividad. El partido econacionalista convocó allí su gabinete de crisis para analizar la grave situación de la formación, tras la intervención policial en dos de las conselleries gestionadas por Més. Se convocó a toda la ejecutiva del partido y a los cargos más relevantes. Comieron allí pizza y el equipo negociador, formado por Biel Barceló y los diputados Antoni Reus y Joana Aina Campomar, les explicaban las duras conversaciones que estaban manteniendo con sus socios socialistas para remodelar el Govern tras la destitución de Ruth Mateu.

En medio de un ambiente de fuerte tensión y nerviosismo, llegaron a la sede de Més alcaldes y cargos del partido como el presidente del Consell, Miquel Ensenyat; el conseller de Medio ambiente, Vicenç Vidal, y la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago. Tampoco faltaron las diputadas Margalida Capellà y Bel Busquets, así como el portavoz David Abril. Asimismo, se acercaron hasta la sede el que será alcalde de Alaró en pocos meses, Guillem Balboa, o el exalcalde de Manacor Miquel Oliver. También acudieron los directores generales de Transparencia que no han dimitido. Es el caso del de Deportes, Carles Gonyalons, y el de Transparencia, Miquel Gallardo.

En la reunión, según ha podido saber este periódico, se vivieron momentos de nerviosismo. Una parte del partido era partidario de plantar cara al PSOE y decirles que si les quitaban la conselleria de Transparencia y Cultura estaban dispuestos a marcharse del Govern y dar apoyo desde fuera.

"No nos planteamos ningún otro escenario que no sea que Més gestione la conselleria de Transparencia", afirmaba Bel Busquets. También había gente que requería explicaciones de lo que estaba pasando con los contratos y auguraba consecuencias electorales graves para el partido. "Ha habido dos personas (Jaume Garau y el ex director general de Cultura Jaume Gomila) que han dinamitado el partido", aseguraba uno de los participantes en el encuentro.

Sobre las cinco de la tarde, los representantes de Més disolvieron el gabinete de crisis para acudir a negociar al Consolat la composición del Govern que se hará oficial en el día de hoy y que nombrará a la ibicenca Fanny Tur como nueva consellera.