Unas voces del Pacto hablan de prohibir el alquiler turístico mientras otras presumen de la desestacionalización de la economía balear, algo que se hace difícilmente compatible si se tiene en cuenta que ha sido el primero el que ha evitado una caída en el numero de visitantes durante el presente invierno. Durante los dos primeros meses del presente ejercicio las islas han recibido a 458.508 turistas, según los datos facilitados ayer por los institutos de estadística nacional y balear (Ine e Ibestat), lo que supone prácticamente un estancamiento respecto a 2016, al implicar solo 668 personas más que hace un año. Pero hay un matiz muy importante: los que se han alojado en hoteles han descendido en 2.641 personas, mientras que los que han ido a viviendas de alquiler han crecido en 10.130 y han evitado la pérdida de clientes en plena temporada baja.

Según el informe publicado por Ibestat, de los 458.508 turistas que llegaron al archipiélago durante enero y febrero, 216.400 acudieron a alojamientos en el mercado, es decir hoteles y similares, y viviendas en alquiler. A los primeros fueron 156.400 personas, lo que supone la pérdida de los 2.641 clientes antes mencionados en relación al mismo periodo del pasado año. A los inmuebles en alquiler acudieron 56.153 visitantes , lo que supone un incremento de 10.130. Hay 4.100 turistas que fueron a otros tipos de alojamiento de mercado, una cifra que en este caso ha crecido ligeramente.

Los 242.108 turistas restantes recurrieron a alojamientos que están fuera del mercado, como viviendas en propiedad, con 74.575 personas que han acudido a estas segundas residencias (1.763 más que hace un año), o las de familiares y amigos, con 161.396 visitantes que optaron por esta modalidad, aunque en este caso hay un descenso de 8.294 individuos.

Estas cifras implican que la actual temporada invernal se está manteniendo en el archipiélago con cifras ligeramente superiores a la del pasado año básicamente por aquellos que han comprado una vivienda en propiedad en las islas y por los que optan por alquilarlas. Precisamente dos fenómenos se están viendo acompañados por un fuerte encarecimiento del acceso a una residencia que está afectando con dureza a muchos residentes.

Un dato a tener en cuenta: la cifra de visitantes durante los dos primeros meses del año de Mallorca ha sido de 387.032 personas, 7.454 más que en 2016, un incremento superior al del conjunto de Balears por la mayor debilidad de otras islas. Y ello a pesar de que la caída en la clientela hotelera es aún más acentuada, ya que los 141.582 visitantes alojados en estos establecimientos son 5.025 menos. Los grandes repuntes de Mallorca se dan en los que alquilan (50.347, es decir, 7.373 más que hace un año) y en los que disponen en la isla de una segunda residencia (63.018, con un incremento de 5.492 personas respecto a 2016)

Nacionalidades

En cuanto a la distribución por nacionalidades, durante los dos primeros meses de este año han llegado a Balears 269.839 turistas extranjeros, con un aumento del 1% respecto al pasado año (en este caso, la tasa más baja del país, frente a la media estatal del 11,3%), y 188.670 españoles, con un descenso también del 1%. La suma de ambos supone un crecimiento mínimo de turismo invernal, del 0,15%.

Por lo que respecta a los visitantes extranjeros en temporada baja, 142.995 fueron alemanes, con un descenso del 2,3% respecto al año anterior. Los británicos alcanzaron una cifra de 37.077, lo que implica que a pesar del Brexit y de la devaluación de la libra este mercado ha aumentado casi un 4,7%.

Un dato a tener en cuenta: el tercer lugar lo ocupan los visitantes llegados de los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia), con 13.252 turistas, lo que supone un crecimiento de un 36,9%. Hay que recordar que este mercado está muy vinculado a la compra de segundas residencias en Mallorca, con zonas de Palma donde esta llegada se hace especialmente evidente, como la barriada de Santa Catalina.