Tras muchos años, los niños superdotados o con altas capacidades poco a poco van acaparando la atención de las autoridades educativas de las islas, que van estableciendo mecanismos para favorecer su desarrollo. Así como el curso pasado Balears estrenó su protocolo de detección e intervención ante los alumnos con altas capacidades, ahora Educación ha regulado el proceso mediante el cual estos estudiantes pueden saltarse cursos en función de su capacidad.

No es que hasta ahora no se hicieran estos adelantos de cursos ("flexibilización de la duración de las etapas educativas", según la nomenclatura oficial), pero no estaba regulado: no se habían concretado los criterios ni los pasos obligatorios a dar. Esta falta de regulación dejaba a algunos centros educativos a oscuras, sin saber qué hacer cuando se encontraban con un caso así, lo que ralentizaba el proceso y provocaba que los niños se acabaran aburriendo en clase, al tener un nivel superior al del resto de la clase.

Así lo denunciaban las familias de estos alumnos, que debido a su mayor capacidad intelectual entran dentro de la categoría de estudiantes NESE (con necesidades específicas de apoyo educativo), que incluye también a alumnos con discapacidad o inmigrantes recién llegados que no conocen las lenguas oficiales.

El director general de Planificación, Ordenación y Centros, Antoni Morante, ya ha firmado la resolución que fija cómo ha de hacerse este flexibilización de la duración de los cursos.

Este adelantamiento de curso solo procederá cuando se demuestre que las medidas de "enriquecimiento" y "ampliación" ya adoptadas (como avanzarle materia a este alumno o plantearle otro tipo de tareas diferentes a las del resto de la clase) son "insuficientes" para atender las necesidades del niño con altas capacidades y para que éste se "desarrolle de forma integral".

La resolución, que afecta a centros públicos, privados y concertados, fija una serie de aspectos que se han de cumplir para flexibilizar, como que en ningún caso los alumnos podrán saltarse 6º de Educación Infantil; 4º de ESO o 2º de Bachillerato. Además, se prohibe que el alumno se salte dos cursos consecutivos. Los alumnos llegados de otros países o comunidades y escolarizados fuera del periodo ordinario también pueden adelantar curso siempre que sean escolarizados antes de enero.

Para los estudiantes matriculados en los periodos ordinarios el plazo para solicitar la flexibilización es de mayo a junio. Si se permite, la medida se hace efectiva el curso siguiente. Si implica un cambio de centro, el plazo es de abril a junio. Para que sea concedida, los servicios de orientación deben hacer la propuesta y dos terceras parte del equipo docente han de secundarla. Los padres deben estar conformes e Inspección educativa debe redactar un informe favorable.

El curso pasado, el primero de aplicación del protocolo de detección e intervención ante el alumnado con altas capacidades, se diagnosticaron 760 casos, doscientos más que el curso precedente. Y se espera que las cifras vayan en aumento según crezca también el número de profesores formados. Según las estadísticas, entre un 5 y un 10% de la población tiene altas capacidades o superdotación, lo que aplicado a la población escolar de las islas se traduciría en más de17.700 niños con algún tipo de alta capacidad. Y solo hay detectados 760.

La investigadora de la Universitat, Rosabel Rodríguez (la mayor experta en la materia de Balears), lleva dos años de intenso trabajo impartiendo los cursos de formación en el nuevo protocolo. Los próximos días 28 y 29 de abril, mano a mano con la Asociación Balear de Superdotados y Altas Capacidades (ABSAC), ha organizado las IV Jornadas de Altas Capacidades Intelectuales. Colabora también la UIB, que ha creado el PACIS, un programa de atención y asesoría para estos estudiantes y sus familias.