En medio de la tempestad de la crisis de Govern por el portazo de Més per Menorca, Francina Armengol recibió ayer un soplo de aire fresco. Los ecosoberanistas menorquines garantizaron ayer que no dejarán al Ejecutivo en minoría, una noticia que llega mientras continúan las conversaciones para remodelar el gabinete, unos cambios que la presidenta quiere hacer sin prisas para que la crisis no se cierre en falso.

El coordinador del PSM-Més per Menorca, Miquel Àngel Maria, aseguró ayer que su agrupación defenderá los Acuerdos por el Cambio firmados por los partidos progresistas al inicio de legislatura y que no "dejará en minoría al Govern balear".

La marca menorquina de Més abandonó el pasado viernes el Ejecutivo como respuesta a la decisión de Armengol y Més per Mallorca de forzar la dimisión de la consellera de Transparencia, Ruth Mateu, por los contratos a dedo de conselleries econacionalistas al estratega electoral del partido, Jaume Garau. Maria subrayó que, tras la salida de la formación del ejecutivo, "la situación no es la misma, pero ayudará a que Més per Menorca sea más visible a la hora de negociar ciertas cuestiones".

"No se trata de amenazar con nada, tal como se ha publicado", quiso dejar claro Maria. En este sentido, el coordinador de esta formación señaló que Més per Mallorca y Més per Menorca "pueden ir de la mano, pero a la vez son independientes", y añadió que "seguirán batallando por los intereses de los menorquines, igual que se ha hecho hasta ahora". "No hemos aplaudido siempre a todo; tenemos que defender las cuestiones que están actualmente en trámite", mantuvo.

Potenciar la transparencia

Entretanto desde el Govern abogaban ayer por seguir negociando para "cerrar bien" esta nueva crisis y seguían sopesando el futuro de la conselleria que hasta el viernes comandaba Ruth Mateu, si bien tenían clara una premisa: hacer a partir de ahora de la transparencia el buque insignia del Ejecutivo. Y por lo tanto potenciarla.

Así, el Consolat se ha emplazado a esta semana para continuar las conversaciones, y seguían sobre la mesa las opciones de repartir las competencias entre otros departamentos y de buscar un independiente para la conselleria, opción esta última para la que vislumbraban dificultades para dar con un candidato, "dadas las exigencias del perfil requerido, ya que la conselleria engloba áreas distintas como Transparencia, Cultura y Deportes", explicaron. En todo caso, Armengol intentará apurar los tiempos para dar con una decisión consensuada, que de no lograrse tomará ella misma.

Desde el Govern, restaron además dramatismo a la ruptura de Més per Menorca, y apuntaron que la presidenta habló el viernes con responsables de la formación antes de su salida del Govern, que le trasladaron su enfado por el modo en que se había gestionado la crisis, si bien le garantizaron que no romperían con los Acuerdos por el Cambio. "Este Govern ha estado en minoría desde que comenzó", apuntaron respecto a las amenazas de inestabilidad que se ciernen sobre el Ejecutivo al quedar con solo 29 diputados tras la salida de los menorquines.

Por otro lado, lamentaron que continúen las críticas de aquellos a quienes les sabe a poco la caída de Mateu, pese a haber dado un ejemplo de "pulcritud" nunca visto en otro Gobierno, ya que a su juicio se ha actuado con contundencia ante unos contratos "estéticamente dudosos". Denunciaron por ello que este tema se esté utilizando "por interés político". "Mateu ha dimitido por unos contratos menores que ni siquiera ha firmado ella", recordaron, afeando que le reprochen que "no sea suficiente" y se siga pidiendo la cabeza de Barceló. "Y ya puestos ¿por qué no también Armengol?", ironizaron.