El asunto ya está en manos del juzgado, y los expertos de la Policía no lo tendrán difícil para dar con la persona que ha usurpado en Facebook la identidad de Ainhoa (nombre ficticio), pero el daño ya está hecho. Alguien ha publicado una oferta falsa con muy mala intención y consecuencias muy graves: «Soy Ainhoa Xxx Xxx. Ofrezco sexo a cambio de una habitación gratis en Ibiza. Mi número es XXX XX XX XX». El texto va acompañado de dos fotos de la joven, que tiene 22 años de edad.

Desde que subieron el anuncio el lunes pasado a las redes sociales y hasta ayer por la mañana, la joven había recibido 30 llamadas, diez mensajes por Facebook y seis por WhatsApp. Tiene un carácter fuerte, al menos en apariencia, pero ha caído enferma. El martes acabó en el servicio de Urgencias con un cuadro de ansiedad y anteanoche logró, por primera vez desde el lunes, dormir sin necesidad de fármacos.

Ainhoa no se decide sobre quién ha demostrado un comportamiento más indigno, si la persona que le ha hecho esto o los hombres que le llaman por teléfono (obviamente, va a tener que cambiar de número). Pese a que les explica que ella no ha publicado el anuncio sino que alguien ha usurpado su identidad, ellos siguen a lo suyo: «Me ofrecen habitaciones gratis y me piden que les envíe fotos».

«A uno de ellos, que me escribió un mensaje, le he acabado diciendo que acosar es un delito y él me ha respondido: 'No, cateta, esto es Ibiza, y esto se llama pising'», relata la joven, que tiene intención de añadir nuevos datos a la denuncia que ya presentó en el juzgado de guardia.

El falso anuncio ya ha sido retirado del perfil de Facebook en el que fue publicado, pero la captura de pantalla continúa saltando de grupo en grupo de WhatsApp. «Yo sé que está en grupos de futbolistas, taxistas y de mucha más gente de la isla y también de fuera, porque he recibido mensajes desde Brasil, es algo que corre como la pólvora y parece imposible de parar», dice. «Hoy mismo [en referencia a ayer] me han metido en un grupo con cuatro chicos que me piden fotos», denuncia. «Mándame fotos y, si me gustas, te vienes a vivir conmigo», le dice uno. La joven está asqueada: «Esto es Ibiza y aquí viene mucha gente mala, sobre todo en verano, y con el tema de la vivienda se hacen muchas barbaridades, y cada año, peor».

El principio

Ainhoa es ibicenca. Cuenta que a finales del año pasado encontró habitación por 370 euros mensuales más gastos. «El dueño del piso, que tiene 40 años, no me hizo contrato, aunque pidió cien de fianza», relata. «En febrero, al ver cierto interés [por parte del hombre] más allá de una simple convivencia, me agobié y me fui a vivir con una amiga», recuerda Ainhoa, que dice que a raíz de su partida su excasero le envió mensajes en los que se le insinuaba y le pedía que regresara.

Asegura que tuvo problemas para sacar sus pertenencias del piso porque no podía entrar, así que decidió llamar a la Policía. Ainhoa dice que, con los agentes de por medio, pudo sacar sus cosas de la casa, que el dueño había guardado en bolsas de basura. «Y ahora empieza la pesadilla», advierte.

El 6 de marzo recibe un mensaje a través de un perfil de Facebook -el mismo perfil en el que, dos semanas después alguien subió el falso anuncio de sexo a cambio de habitación- en el que, según su relato, la acusan de haber tenido sexo con el hombre que le alquiló la habitación.

«También se pusieron en contacto con mi exnovio para decirle que he pagado la renta con favores sexuales, más tarde lo hicieron lo mismo con varios de mis familiares y, por si fuera poco, publicaron en ese perfil fotos de mis padres y de mi hermana, que tiene once años», señala.

Ainhoa presentó una denuncia en el juzgado y pidió explicaciones a su excasero. «Me dio evasivas, pero después me llamó y me dijo quién es, según él, la persona que está detrás del perfil de Facebook desde el que enviaron los mensajes», manifiesta la joven.

Finalmente, el lunes pasado se publicó el anuncio con el falso ofrecimiento a nombre de la joven y lo compartieron en dos conocidos grupos de Facebook creados en Ibiza.

Ella no sabe cómo la persona que la suplantó supo su nombre, apellidos y número de teléfono, aunque le han dicho que pudo haberlo encontrado en algunos documentos que tenía junto con las cosas que se quedaron en el piso.

Ainhoa dice que el mismo perfil de Facebook desde el que usurparon su nombre subieron fotos de otras personas y que algunas se han puesto en contacto con ella para contarle que quien está detrás de este perfil también les ha acosado a ellos.

Un mensaje de apoyo

Entre todos los mensajes que ha recibido la joven o que se han publicado en la red, desagradables en muchos casos, hay uno -pero solo uno- cuyo autor pone de manifiesto lo sencillo que resulta llegar a la conclusión de que el anuncio es falso: «Con respecto a la publicación que ayer se puso aquí sobre una chica, decirle a ella o su familia que yo tengo captura de pantalla y que espero que denuncien a la persona que lo puso y todo se solucione de la mejor manera. ¡Me parece horroroso lo que ha hecho esa tal Xxxxx !»