La presidenta Francina Armengol y la cúpula de Més per Mallorca pactaron ayer la caída de la hasta ahora consellera de Transparencia, Ruth Mateu, en un intento de acotar las consecuencias de la crisis por los contratos a dedo desde conselleries en manos de Més al que fuera su jefe de campaña, Jaume Garau. Con el vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, en el punto de mira, Armengol tuvo que esforzarse para intentar desactivar la imagen de Mateu como cabeza de turco. No lo consiguió. Mucho menos con Més per Menorca, que por la tarde decidió en una asamblea de urgencia abandonar el Govern, lo que deja al Ejecutivo en una situación de notable debilidad.

"Ruth Mateu sí ha sido la cabeza de turco", afirmó Més per Menorca respecto a la segunda consellera de este partido forzada a dimitir. Hace sólo un año caía la predecesora de Mateu, Esperança Camps. Ayer, Més per Menorca decidió romper la baraja. Aunque dejó claro que no renuncia a los Acuerdos por el Cambio, los apoyará desde fuera del Govern, como Podemos, una situación que obligará al Ejecutivo de Armengol a una constante negociación similar a la que mantiene con el partido morado. Desde Més per Menorca resaltaron que "no comparten" como se ha gestionado esta crisis. Fuentes del partido apuntaron a Barceló como máximo responsable. Mientras, desde el Govern se lanzaban mensajes de que se mantenían las buenas relaciones con Més per Menorca.

"Decisión voluntaria"

Armengol había comparecido en solitario ante los medios poco después de mediodía para informar de la "dimisión" de la responsable de Transparencia. "Ha sido una decisión voluntaria compartida conmigo", dijo. La versión de la presidenta suavizaba la realidad. En la práctica, Mateu fue forzada a dimitir en una jornada en la que la necesidad de adoptar decisiones inmediatas se impuso. La información desvelada ayer por DIARIO de MALLORCA de que la conselleria de Transparencia había fraccionado un contrato para darlo a dedo al jefe de campaña de Més puso fin a la inicial intención de esperar a la próxima semana para anunciar responsabilidades políticas, que apuntaban a directores generales. A la vista de esta noticia, Armengol y Més per Mallorca pactaron la salida de Mateu, que en un principio se resistió.

"No hay ninguna cabeza de turco, hay una asunción de responsabilidad política porque tenemos un nivel de exigencia ética muy elevado", afirmó Armengol sobre Mateu ante las reiteradas preguntas de los periodistas respecto a si también debería caer Barceló, líder de Més hasta hace un año y el cargo más relevante del partido. "La consellera de Transparencia es la encargada de velar por el código ético de todo el Govern", insistió la jefa del Ejecutivo.

Respecto a Barceló, Armengol consideró que "no hay ningún motivo en estos momentos" para que dimita, si bien recordó que él mismo ha dicho que se asumirían las responsabilidades que correspondieran. En concreto, Barceló dijo el jueves que se "asumirán" los "errores" y se adoptarán las "decisiones que sean necesarias".