Investigador en el área de la epidemiología y las enfermedades respiratorias, el doctor Josep Maria Antó Boqué aboga por una medicina de sistemas que busque la integración y que investigue la relación existente entre varias enfermedades que padezca un mismo paciente con la premisa de que estas no son entes autónomos y que puede existir una relación entre ellas.
P ¿Qué objetivos tiene el Instituto de Salud Global?
R Se trata de una institución público-privada en la que intervienen la Generalitat y la Obra Social de la Fundació La Caixa, entre otros patrones, cuyo objetivo principal es alcanzar la equidad en la salud pública y en la salud global y que tiene dos áreas de investigación: las enfermedades de la pobreza en los países en desarrollo y las enfermedades crónicas y sus causas medioambientales en los países desarrollados.
P Ha sido el ponente de la sesión clínica semanal de Son Espases. ¿Qué tema ha tratado?
R He presentado los resultados de un estudio europeo realizado con unos 30.000 niños de edades comprendidas entre los 4 y los 8 años para demostrar la comorbilidad (término utilizado para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona) del asma, la rinitis y el eczema.
P ¿Qué conclusiones ha arrojado?
R Que un cinco por ciento de estos niños tenían al menos dos de estas enfermedades al mismo tiempo y que en la mitad de ellos esta comorbilidad no se podía atribuir al azar.
P ¿Significa esto que el asma y la rinitis son, por ejemplo, dos enfermedades que van de la mano?
R O la rinitis y el eczema, o esta enfermedad cutánea con el asma, puede haber muchas combinaciones. Parece que es así pero no lo sabemos, eso es lo que tenemos que investigar. En los centros de investigación se han generalizado los laboratorios de sistemas complejos por algo. Hay que asumir que la complejidad no es un inconveniente, sino una característica estructural de la salud y de la enfermedad. Y que esa complejidad es la oportunidad para encontrar soluciones. Y el big data será un elemento estratégico para estudiar esta complejidad.
P ¿Hay que cambiar la manera de buscar las causas de las enfermedades?
R Sí, frente a la especialización, ahora la medicina tiene el reto de la integración, desarrollar la medicina de sistemas que investiga la relación existente entre varias enfermedades que padece un mismo paciente. Puede no ser causal, no lo sabemos. Hasta ahora hemos investigado una alteración genética como causante de una única enfermedad pero, ¿qué pasa si tenemos a ciento cincuenta genes tocando a la vez?
P ¿Adónde nos llevará esta medicina de sistemas?
R A saber por qué nuestras personas mayores llegan a esta edad con varias enfermedades crónicas asociadas, por poner un ejemplo. ¿Es fruto del azar o hay una interrelación? No lo sabemos porque hasta ahora las hemos investigado individualmente.
P ¿Qué incógnitas puede resolver esta medicina?
R El asma, en los años 60, afectaba al 1% de la población. Hoy la padece entre un 10% y un 15%. Pero no sabemos por qué ha aumentado, como tampoco sabemos si el niño que la padece hoy la tendrá en el futuro o si acabará desarrollando una enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Tenemos un tratamiento eficaz a base de corticoides, sabemos que se agrava por la contaminación, los alérgenos o el estrés. Pero desconocemos muchas cosas.
