"Si no es por las buenas, será por las malas". La frase, del director general de Consumo, Xisco Dalmau, refleja el enfado existente en el Govern ante la negativa de la patronal de grandes empresas de alquiler de vehículos y de muchos de sus asociados a suscribir el código de buenas prácticas que pretende poner fin a los fraudes en el sector. El efecto será inmediato: el citado departamento ha decidido duplicar los controles que durante el verano se realizan sobre esta actividad empresarial, dedicando a los nueve inspectores de los que Consumo dispone a vigilar páginas web e instalaciones de estas empresas.

El pasado día 3, la consellera de Salud, Patricia Gómez, suscribió este acuerdo con la patronal de los pequeños rent a car (Aevab), presidida por Ramón Reus, y con una quincena de empresas del sector, por el cual éstas se comprometían a actuar con transparencia en el alquiler de coches, y a cambio obtenían un distintivo para sus vehículos que certificaba un correcto comportamiento. A este acto se le quiso dar una gran relevancia, como lo demuestra la asistencia de tres directores generales, Dalmau entre ellos, y de representantes de las asociaciones de consumidores. La patronal de los grandes rent a car (Baleval) no firmó entonces este pacto alegando que antes debía de celebrar una asamblea entre sus asociados.

Los grandes no se apuntan

La decisión final de esta última organización empresarial es que no se adhiere al código de buenas prácticas. Según su presidente, Antoni Masferrer, el motivo es que el documento propuesto por la conselleria de Salud determina que las patronales deberán velar para que las empresas que representan actúen de forma correcta, y en su opinión las asociaciones empresariales tienen la función de representar, pero no de controlar a sus socios. Respecto al hecho de que la mayoría de estos grandes rent a car tampoco hayan firmado el acuerdo, Masferrer recuerda que aún están a tiempo de hacerlo y que lo que sucede es que está siendo estudiado por sus servicios jurídicos.

"Se han hecho una foto", lamenta Ramón Reus, que esgrime que la negativa a firmar el citado acuerdo con el Govern por parte de la otra patronal refleja que buena parte de los grandes del sector no tienen la intención de cumplirlo. Eso implica que el código de buenas prácticas tiene ya el respaldo de la mayoría de empresas del sector (en general, las más pequeñas), pero que la mayor parte de los coches de alquiler que circulan por Mallorca no va a poder llevar la pegatina que acredita ese buen comportamiento al pertenecer la mayor parte de la flota a las grandes empresas.

"Me duele el tiempo que nos han hecho perder", añade el director general de Consumo, que recuerda las tensas reuniones mantenidas con las dos patronales para que el redactado del documento definitivo fuera aceptable para todos. Finalmente, Aevab lo ha firmado, pero Baleval no.

El resultado va a ser que si en anteriores veranos se dedicaron unas cuatro semanas a la realización de inspecciones, este año se pretende duplicar esta campaña, un trabajo que va a consistir tanto en un barrido por las páginas web donde los grandes rent a car se ofertan como en las instalaciones de estas empresas. "No queremos que Balears pierda turistas por las malas prácticas de unos pocos", esgrime el director general de Consumo.

Los compromisos que adquieren las empresas de alquiler de vehículos que se adhieren al código de buenas prácticas incluyen, entre otros aspectos, que el precio que se anuncia en las páginas web debe de ser el final, sin que éste se vea luego ampliado bajo el argumento de suscribir seguros adicionales y otros servicios. Esta medida colisiona directamente con algunas ofertas en internet que ofrecen coches por dos o tres euros por día, cantidad que en muchos casos se ve elevada luego de forma considerable. Además, se fija la exigencia de que en el momento de entregar el coche al cliente, éste debe de revisarlo para comprobar que no presenta golpes ni deficiencias, para que después no se puedan cargar en su tarjeta de crédito deterioros del vehículo que el turista no ha provocado.

Condiciones

A cambio de aceptar estas condiciones, el Govern concederá un distintivo, tras haber comprobado que se cumplen, que identificará a las empresas que actúan correctamente.

Dalmau apuntó que uno de los objetivos que ahora se marca el Govern es el de hacer que este distintivo sea ampliamente conocido entre los visitantes con la puesta en marca de una campaña informativa, en perjuicio de las empresas que no lo obtengan.