Algunos de los afiliados que han votado en la sede del PP de Palma lo han hecho con el ruido de fondo de la batucada que acompañaba a una carrera solidaria que partía de Cort.

A parte de eso, tranquilidad absoluta en las oficinas principales del Partido Popular, desde donde Mauricio Rovira coordina el proceso electoral frente al portátil y teléfono en mano (solo se despega de la mesa cuando llega su madre para acompañarla a votar). En la recepción, atienden las llamadas de afiliados preguntando dónde les corresponde votar. Parte del pasillo que hay que recorrer hasta la urna está adornado con fotos de José Ramón Bauzá: una admiradora ha besado uno de los retratos dejando la marca de sus labios con carmín.

La llegada de Catalina Cirer anima el ambiente. Tras votar a Biel Company -lo dice claro- lamenta la fractura que se ha producido en el partido "no tanto por las diferentes ideas sino por los insultos de las últimas semanas". La exalcaldesa señala que el PP siempre ha sabido conjugar diferentes sensibilidades y lamenta que en esta campaña "se han perdido las formas y se han cruzado líneas que no se habían visto antes en el partido".

Otros afiliados prefieren no hablar con la prensa ni desvelar su candidato. Un vecino del barrio comenta que las papeletas "son casi transparentes" y le parece raro que no haya sobres. Él ha votado "al menos malo".

Bauzá y Company también han votado esta mañana en sus sedes.