El pleno del Parlament aprobó ayer, con los votos de los partidos del Pacto y de El PI, instar a la conselleria de Educación a impulsar medidas que se traduzcan en una reducción de los deberes que realizan los alumnos de Balears fuera del horario lectivo. La proposición no de ley, presentada por Més per Menorca, establece que "como norma general, los alumnos puedan asumir los objetivos de aprendizaje en el horario lectivo", limitando en la medida de lo posible los deberes. Para ello, se emplaza a la conselleria de Educación a "impulsar el desarrollo de recomendaciones y orientaciones pedagógicas y de organización" con el fin de que los centros educativos de las islas "planifiquen y programen las actividades docentes" con este objetivo a partir del próximo curso.

Además, se pide que la Conselleria establezca que los centros que lo consideren oportuno "puedan prever que determinadas competencias se trabajen también mediante actividades fuera del horario escolar", en cuyo caso deben responder a un "planteamiento coordinado del equipo docente y siempre garantizando que supongan una dedicación de tiempo limitada y correctamente distribuida". El texto finalmente aprobado fue el de las enmiendas presentadas por el PSIB, por las que se eliminaba que se aprobara una "normativa" específica que obligara a los centros y que "no se encarguen deberes", matizando así el alcance inicial del texto.

Josep Castells, de Més per Menorca, afirmó en su defensa de la propuesta que la mayoría de las tareas extraescolares son "memorísticas y repetitivas" y resultan "ineficaces". Recordó que un estudio reciente de la OCDE indica que en España los estudiantes dedican una media de 6,5 horas semanales a los deberes en sus casas, frente a las 4,9 horas de media europea. "Todo parece indicar que los deberes desmotivan", dijo Castells quien defendió una enseñanza que provoque "curiosidad por saber" y "creatividad".

La popular Nuria Riera consideró que "hay que respetar la autonomía de centros" y la opinión de los profesores y defendió que las tareas memorísticas no son negativas. La crítica más contundente, sin embargo, fue la de Xavier Pericay, portavoz de Ciudadanos, quien opinó que la carga de deberes debe ser la "justa", pero sostuvo que detrás de la propuesta de Més se encuentra "la aspiración de eliminar el conocimiento del ámbito escolar".

Esta opinión provocó una dura reacción de Castells. "La frase de ´muera la inteligencia´ viene de una España que es la suya, la mía es la España que padeció esa frase, la España de Unamuno", espetó a Pericay en referencia a Millán Astray. Pericay calificó de "intolerable" que Castells le situara "con Millán Astray y la España que representa", por lo que le emplazó a "retirar" sus palabras o "esto no quedará aquí". En el pleno Castells no se retractó y, al acabar el debate, afirmó que revisaría el acta al no ser consciente de que sus palabras tuvieran un sentido ofensivo.

Transporte público

Por otro lado, el pleno rechazó con los votos del Pacto la moción del PP contra la política del Govern sobre transporte público que pedía, entre otros puntos, dejar sin efecto la aprobación inicial del Plan Insular del Servicio de Transporte regular de viajeros por carretera. La popular Mabel Cabrer afirmó que el Plan vulneraba el decreto que aprobó el Plan Director Sectorial del Transporte del Govern y las competencias propias de los consells y criticó duramente la política del Govern en esta materia.

Los partidos del Pacto arremetieron contra la gestión en este ámbito de los anteriores gobiernos del PP, en especial del de José Ramón Bauzá. El enfrentamiento más duro se produjo entre Cabrer y Joana Aina Campomar, de Més, cuando esta dijo a la diputada popular que no se había preparado bien su intervención. "Me preocupa su nivel educativo y prepotencia, a mí no me vuelva a tratar de imbécil", le contestó Cabrer visiblemente enfadada.