El empresario Bartolomé Cursach, en estos momentos en prisión, se dedicaba a enviar regalos cada final de año a los mandos de la Policía Local de Palma. Se trataban de cestas repletas de alimentos, que se enviaban a título personal. Entre los regalos que incluía en el lote, había licores de las mejores marcas, dulces y un lote de embutidos, entre los que destacaba un jamón ibérico. No consta que ninguno de estas cestas, enviadas a funcionarios, fuera devuelta al empresario que realizaba estos regalos, en teoría, como muestra de agradecimiento a los responsables de la Policía Local. Entre los remitentes de estos regalos se encontraba el que fuera jefe de la Policía Local, Nicolás Herrero, según confirmaron ayer varios testigos.

El juez Penalva y el fiscal Subirán tomaron declaración ayer como testigos a dos altos mandos de la Policía Local de Palma, para determinar si las empresas de Cursach recibían un trato preferente con respecto a otros empresarios del sector.

Según se mencionaba en el auto que dictó el magistrado, basándose en la declaración de algunos testigos, Bartolomé Cursach tenía costumbre cada año de organizar una comida en su finca, en la que invitaba a los máximos responsables de la Policía Local de Palma. Los investigadores quieren determinar si es cierto que estos encuentros culinarios se celebraban y, sobre todo, qué mandos de la Policía Local aceptaban esta invitación que procedía de un empresario con importantes intereses en el negocio nocturno de Palma.

Los dos antiguos altos mandos de la Policía Local negaron que conocieran ni a Cursach, ni a su ejecutivo Bartolomé Sbert. Y negaron también que hubieran acudido en alguna ocasión a su finca para compartir mesa y mantel con alguna de estas dos personas. También aseguraron que nunca ordenaron que se anulara una sanción impuesta a un negocio del empresario encarcelado.

Sin embargo, los dos testigos reconocieron que aceptaban los regalos que cada Navidad solía enviar el Grupo Cursach. Un lote que, según le consta a los investigadores, destacaba por la calidad de los productos.

Durante esta semana está previsto que el juez continúe tomando declaración a más testigos, algunos de ellos altos mandos de la Policía Local. El magistrado mantiene que desde el cuartel de San Fernando se protegía al magnate del sector nocturno, avisando previamente de cualquier inspección prevista a sus locales, o de aumentar las sanciones a los empresarios de la competencia. Hoy está previsto que declare el excomisario Estarellas.