La Guardia Civil buscaba ayer por tierra y aire a los ocupantes de una pequeña patera que apareció por la mañana en aguas de Cala Beltran, muy cerca de Cala Pi, en Llucmajor. Se trata de una pequeña embarcación de unos cinco metros de eslora que fue abandonada en la costa. La nave fue localizada ayer sobre las once de la mañana y se hallaba semihundida en el mar. Los investigadores sospechan que los tripulantes agujerearon el casco adrede para borrar huellas y dificultar las pesquisas.

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil remolcó la patera ayer al mediodía hasta el club náutico de s'Estanyol. En la embarcación se encontraron restos de comida y de ropa, por lo que se desprende que había arribado a la costa recientemente.

Varias patrullas del Instituto Armado se han movilizado por tierra, mientras que el helicóptero del mismo cuerpo ha sobrevolado la zona. Los agentes han peinado especialmente los pinares que hay en las inmediaciones de Cala Pi por si los inmigrantes se hubieran ocultado allí.

Los primeros indicios, por las características de la barca y sus reducidas dimensiones, hacen pensar que viajaban entre seis y ocho personas a bordo. La Guardia Civil activó el protocolo de búsqueda ayer al mediodía.

Los hechos se descubrieron pasadas las once de la mañana, cuando un testigo alertó de la presencia de una pequeña embarcación semihundida en Cala Beltran. Los agentes de la Policía Local de Llucmajor y de la Guardia Civil acudieron al lugar e inspeccionaron el bote. Parecía que su llegada a la costa había sido reciente, pero no había ni rastro de sus ocupantes.

Los investigadores encontraron uno de los motores de la barca hundido en el mar a unos cinco metros. Los agentes pensaban que fue arrojado al agua de forma intencionada. Mientras, un segundo motor fue extraído del bote y los guardias civiles lo localizaron en tierra, cerca de la costa.

La Guardia Civil sospecha que la patera pudo arribar a tierra esa misma madrugada o la anterior. Esas dos últimas noches había una situación de calma en el mar, lo que habría propiciado la travesía desde el norte de África.

Durante el operativo desplegado por la Guardia Civil fueron localizados dos hombres en Llucmajor, que inicialmente fueron tomados por tripulantes de la patera. Sin embargo, poco después se comprobó que se trataba de residentes legales en España, vecinos de la zona, según aclararon fuentes de la Delegación del Gobierno.