Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Lástima que no puedan perder los dos

Ha llegado el momento de desenterrar la valoración efectuada por Kissinger sobre la guerra Irán-Irak. "Lástima que no puedan...

Lástima que no puedan perder los dos

Ha llegado el momento de desenterrar la valoración efectuada por Kissinger sobre la guerra Irán-Irak. “Lástima que no puedan perder los dos”. Este sentimiento se traslada con facilidad al enfrentamiento Company-Bauzá, en pos de la presidencia real del PP balear y eventual del Govern. No solo no se merecen ganar, no se merecen ni quedar terceros en el duelo que están librando.

La semana decisiva dispara los informes de vulnerabilidad mutua, con asuntos tan turbios como añejos. ¿Puede presidir el partido más importante de Balears un Company condenado por agredir a un adolescente, o que publicaba tuits contra su propio Govern? ¿Piensa Bauzá volver a asumir el Consolat con una boyante farmacia, que solo el Tribunal Superior ve compatible con su cargo?

Ninguna campaña contra Bauzá o Company será más efectiva que un repaso a las portadas que han protagonizado. O que escucharlos durante un par de minutos, porque no hay cuerpo que aguante una atención más dilatada. Para alejar sospechas de una descalificación global al PP, nombres como Sansaloni, Sagreras o Marí Bosó encabezarían una renovación con un mínimo de crédito. Los candidatos son tan deficientes que se ven superados incluso por Marga Prohens o por María Salom, que continúa en liza pero disimulando su ambición.

Bauzá contra Company simboliza la ortodoxia del PP contra la ortodoxia de Mallorca. Tomar partido equivale a pronunciarse entre Assad o ISIS. en Siria. Los americanos afrontaron un dilema semejante, al verse obligados a elegir entre Clinton y Trump. Aquí son Trump I y Trump II.

Compartir el artículo

stats