Los numerosos golpes de Estado que han sufrido los países africanos han provocado que, en cada uno de ellos que no han fructificado con éxito, la cúpula militar haya sido desmantelada casi por completo. Un caso claro de ello es Mali, que en estos momentos está recomponiendo sus Fuerzas Armadas con ayuda de la Unión Europea. El teniente coronel mallorquín Andrés Genovard, de la Comandancia General de Balears, es uno de los elegidos para asesorar en la organización del nuevo Ejército maliense. Ha permanecido en el país africano durante seis meses instruyendo a los mandos de Mali en sus especialidades de transmisiones y en la actividad operacional.
Genovard, con curso de Estado Mayor, antes de estar en África participó en misiones de calado en Bosnia y en Afganistán. Explica que la misión en África ha sido más tranquila y resalta la amabilidad y hospitalidad de los africanos. El único inconveniente es permanecer lejos de la familia tantos meses.
“La labor del contingente de la Unión Europea consiste en enseñar y organizar el Ejército de Mali para que pueda controlar las milicias paramilitares del norte. De esta forma, Europa consigue evitar que estos grupos puedan cruzar la frontera y acercarse a Europa”, indicó Genovard. Hay que tener en cuenta que en Mali existen subgrupos terroristas vinculados a Al Qaeda. De hecho, durante la estancia de Genovard en Mali hicieron estallar un coche bomba en el mismo centro de la capital, Bamako.
Junto al teniente coronel mallorquín han participado unos 130 militares de países como Bélgica, Alemania, Francia, Repúplica Checa, Luxemburgo, Portugal, Inglaterra, y naturalmente España. Uno de los principales escollos con que se han encontrado los militares isleños ha sido poder ensamblar la organización de un ejército moderno como el europeo con una mentalidad africana. “Allí -explica el teniente coronel Genovard- todo va muy lento. Es una país muy jerarquizado donde solo toman decisiones los mandos supremos y ello ralentiza la organización. Lo más difícil ha sido encontrar el equilibrio diplomático y persuasivo para convencerles de que cambien su manera organizativa”. Han tenido que “crear prácticamente un Ejército de cero” y uno de los aspectos que más han trabajado ha sido el de la operatividad en la dotación humana de este nuevo cuerpo militar.
Genovard ha permanecido los seis meses en la capital de Mali, Bamako. Allí han tenido la oportunidad de hacer comprender a la gente que las “Fuerzas Armadas realizan un servicio a la sociedad y reconocen que se está avanzando y mejorando en seguridad con el control que ejercen sobre los rebeldes”.
El militar mallorquín explica también que los malienses, pese a ser una sociedad donde el 90% procesa la religión musulmana, son muy respetuosos con el resto. Relata que muchos militares acudían a misa en la catedral católica, situada en pleno centro de Bamako y nunca tuvieron ningún problema.
Integración de la mujer
Un aspecto que llama la atención, según el relato del teniente coronel Genovard, es que Mali, pese a ser un país en el que el 90% de sus habitantes profesa la religión musulmana, está integrando un notable número de mujeres en el Ejército que están organizando para luchar contra los rebeldes y comandos terroristas.
El oficial mallorquín explica que algunas de las mujeres integradas en las Fuerzas Armadas malienses ya tienen rango de teniente coronel, prueba de que, pese a su religión, en Mali no se discrimina a la mujer. Otra de las anécdotas que relataGenovard fue lo agradecidos que son los habitante de Bamako, capital de Mali: “Cuando tenía que regresar hacia Mallorca, la ropa de paisano que me llevé decidí regalársela al chófer que habíamos tenido. Su reacción de alegría fue tremenda, parecía que le habían hecho el regalo de su vida”, aseveró.
