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Entrevista

Llorenç Huguet: "Es importantísimo revisar la formación de los futuros maestros"

El catedrático en Ciencias de la Computación reclama que se aumente la inversión por estudiante y alerta del problema del envejecimiento del profesorado y las inminentes jubilaciones

Llorenç Huguet, en la terraza del edificio de Son Lledó del campus. g.bosch

-Este año, tras más de cinco cursos de caída, el número de nuevos alumnos ha crecido. Además de por las 62 nuevas plazas de Medicina, ¿a qué se debe el incremento?

-Es cíclico, las variaciones, tanto para arriba como para abajo, no pasan del 3%, y van ligadas a las variaciones demográficas de las islas. Este curso han subido los alumnos de nuevo ingreso porque también había crecido el número de matriculados en Selectividad. Nos ha sorprendido favorablemente el caso de Matemáticas, que ha tenido mucha demanda este curso, incluso con lista de espera. Se está viendo que tiene muchos perfiles profesionales y es un empleo seguro, se está popularizando. Y hay más chicas que chicos. Si miramos la proporción de matriculados universitarios es baja en comparación con otras comunidades, pero si vemos la ocupación de los universitarios de Balears, somos los segundos, solo por después de Cataluña. La oferta que tenemos es muy equilibrada con la demanda. Aspiramos a nuevas titulaciones, pero no es una prioridad.

-¿Cuáles serían estos títulos?

-Tenemos una comisión con la conselleria de Educación y Universidad para mirar el mapa de titulaciones, pero hemos comenzado por los másteres. Más adelante miraremos los grados. Están sobre la mesa demandas históricas: Periodismo, Bellas Artes, Farmacia...

-Medicina era otra demanda histórica recurrente. Ahora ya la tenemos. ¿Hay buen 'feedback' de los estudiantes o ha surgido algún tropiezo inesperado?

-Es el primer año y hay elementos que corregir. Luego hay sorpresas: el hecho de que la asignatura de Anatomía la impartan nueve profesores, algo que al principio parecía inadecuado, es algo que valoran mucho los estudiantes, que cada especialista enseñe lo que domina. Eso sí, piden que haya más coordinación entre los profesores. Pero el nivel de satisfacción de los estudiantes es más alto de lo que esperábamos. Los que han venido de fuera no dicen que se tengan que ir por tema de calidad, quizás alguno pida el traslado, que no es fácil, y si puede pues se irá, pero eso daría más oportunidad a la gente de Balears. Se ha cuestionado que venga gente de fuera y si eso es rentable, pero queremos más movilidad, gente de fuera que venga y gente de aquí que se mueva.

-¿Ya ha empezado la contratación de los profesores para el segundo curso de Medicina?

-Se han empezado a dar pasos para la contratación del personal médico. Ahora con la Conselleria ultimamos un convenio para las plazas vinculadas: profesionales que están en el sistema de salud a los que se les autoriza a dar clases durante su horario, como parte de sus funciones. Esto nos dará mayor dimensión y cualificación.

-¿Hace falta abrir una facultad de Odontología en Balears el próximo curso? El Colegio de Dentistas se mostró en contra del proyecto.

-Es una escuela adscrita y tiene el visto bueno de la ANECA, que es el requisito que pusimos. Ahora falta que el Govern autorice su apertura el curso que viene, con 30 plazas. Si no estuviera adscrita a la UIB, podría hacerlo a otra universidad y pensamos que todos los estudios universitarios que se hagan aquí pues mejor sí se hacen ligados a la Universitat. No supone ningún coste para la UIB y sí algo más de ingreso. Es un centro privado y ha marcado el precio que ha considerado, que ya ha dicho que serán unos 12.000 euros. Es cierto que desde el Colegio de Odontólogos surgió una voz de alarma, preocupados por la calidad de los estudios y por el número de plazas, que pensaban que serían muchas más. Y como en todo colectivo, a más gente titulada, más competencia. Nos hemos reunido con sus representantes y aunque el decano insiste en remarcar su preocupación por la calidad, el número de plazas ya no les preocupa. ¿Era necesario este título? Cualquier estudio que se implante sirve para subir el nivel de estudios de nuestra población, que sigue siendo un poco bajo.

"[El resentimiento] de algunos estudios hacia Medicina por su buena dotación se mantendrá al menos unos años más"

-Un tema eterno: la reivindicación de la biblioteca central.

-Había una previsión de que se incluyese en la petición de Fondos Feder que hizo el Govern. Pero así como tenemos el 'ok' para el anteproyecto de edificio para Psicología, Enfermería y Fisioterapia, la biblioteca no se consideró prioritaria. Nosotros seguimos defendiendo la necesidad de una biblioteca de referencia para la comunidad y creemos que debería hacerse en el campus. Dejé esto medio pactado en 2003, pero hubo cambios de... prioridades, y ahora estamos en 2017 y sigue encima de la mesa. De vez en cuando me hacen llegar el mensaje de que no desfallezca en seguir reivindicando la biblioteca.

-¿Para el edificio de Psicología, Enfermería y Fisioterapia sí hay fecha estimada?

-Tenemos 100.000 euros para hacer el anteproyecto y el compromiso de un convenio con el Govern. Si las cosas fueran bien, podría estar el 2019-2020. Hace mucha falta, ayudaría a esponjar otros edificios.

-También podría servir para hacer sentir mejor a los estudiantes de estos grados, que se sintieron un poco 'olvidados' ante la irrupción de Medicina y su elevado presupuesto. ¿Persiste aún este resentimiento en el campus?

-Este sentimiento siempre estará, o al menos durante unos años, aunque sé que con el tiempo se verá que ha sido una muy buena apuesta para Balears. La dotación de Medicina es equilibrada, pero está bien dotada y hay gente que cree que ese esfuerzo presupuestario se podría haber invertido en áreas que ya existen. Cuando creas algo nuevo, siempre va a estar mejor de lo que ya existe, por eso no has de descuidarlo y por eso, nosotros para abrir Medicina pusimos de condición que fuera un presupuesto aparte del de la UIB, algo que finalmente pasó y yo agradezco, con un presupuesto que tuvo un incremento del 4,5% sin contar Medicina y del 5 y pico con Medicina. Poner los estudios de Medicina no va en contra de las otras áreas, aunque no estén ahora al mismo nivel. He hablado con los estudiantes de Enfermería y con el decano, y cuando tengan el edificio nuevo se podrán corregir carencias que tienen ahora a nivel de laboratorios por ejemplo. También podrán beneficiarse del personal vinculado con el IB-Salut.

"Con Martí March a veces saltan las chispas, como en toda relación, pero los dos miramos por la UIB"

-Ha confirmado que se presentará de nuevo a rector en las elecciones que se llevarán a cabo este año. ¿Por qué?

-Podemos presentar un cuadro de realidades interesante. El equipo tiene que consolidar unas cosas, para algunas cosas hace falta tiempo, pero en algunos casos no es un drama si se produce un cambio. Si no tuviese ilusión ni ganas daría un paso atrás, pero es un trabajo en el que me siento a gusto. Cuando me encuentro con un problema intento afrontarlo y tengo un equipo excelente y si puedo contar con la mayoría de este equipo, no me da miedo enfrentarme a unas nuevas elecciones.

-¿Le quedan proyectos pendientes?

-Lo más fácil es hacer un programa electoral, lo difícil es el día a día. Nosotros nos hemos encontrado con una facultad de Medicina que había que poner en marcha aunque no estaba en nuestro programa electoral, y lo hemos afrontado. Y ha sido posible gracias a la buena sintonía entre Salud, Educación y UIB. Nos hubiera gustado intentar reducir al máximo la presión burocrática de Bolonia pero no hemos podido, tendremos que esforzarnos más y dar más apoyo administrativo a los decanatos. Pero también estamos contentos porque se han acreditado todos los títulos de grado que teníamos verificados. Nos queda reivindicar la biblioteca central; consolidar la captación de talento con las becas Ramón y Cajal o las de la Cierva e involucrar al Govern en este proceso... Si cada vicerrectorado piensa qué más puede aportar, nos saldrá una lista realista de qué podemos hacer. Estamos contentos de que cuando entramos había despidos y desde 2013 no ha habido ni uno. Hemos luchado mucho, con la CRUE, para ir aumentando la tasa de reposición y ahora está al 100%. Queremos transformar en laboral a los interinos y mejorar la promoción interna, que esto sí es un gran coste. En esta línea trabajamos con la conselleria de Educación, que entiende estas reivindicaciones. Nos gustaría abordar un plan de rejuvenecimiento de los plantillas. El día 18 la UIB cumple 39 años y habrá jubilaciones cuantitativamente importantes.

-¿Cuál es la deuda del Govern con la UIB?Llegó a ser de 29 millones.

-Ahora es casi cero y eso es un alivio, han ido ingresando una cantidad cada año.En cuanto a la transferencia nominativa, la cantidad que destina el Govern a la Universitat, ha crecido, aunque sigue lejos del que teníamos en 2009 y no cubre el capítulo 1 [el de personal], que es nuestra reivindicación. La inversión por estudiante ahora es de 4.399 euros y sigue lejos de la de 2009, cuando era de 5.257 euros. Y lejos de la media estatal, que según el dato de 2015 era de 5.147 euros por estudiante. Esto es sangrante.

-Hace unos meses saltaron a los titulares y a las redes sociales las denuncias de algunos alumnos por el trato de un profesor de la facultad de Filosofía y Letras, Jaume Garau, al que acusaban de abuso de poder. ¿Qué ha hecho la UIB tras esas quejas?

-La vicerrectora de Docencia y la de Profesorado se reunieron con los estudiantes y tienen unas propuestas de mejora y con esto intentaremos trabajar. La Universitat lo que no puede hacer es preparar un expediente por algo que salga en las redes sociales si no hay una denuncia explícita. Lo que hemos hecho ha sido estar receptivos a las quejas que nos han llegado. Ahora mismo no se puede hablar de expediente, pero la UIB está interviniendo a través de los vicerrectorados. Hay que escuchar a las dos partes y encontrar una buena solución para ambas. Estamos arbitrando esta solución.

-¿Cómo equilibrar la libertad de cátedra con posibles abusos?

-Hay que determinar si realmente se ha cruzado esta frontera, eso lo primero. Lo que no puedes permitir es que los alumnos se sientan insultados por el profesor, has de ver qué significa sentirse insultados, si realmente ha pasado o no. En eso estamos a partir de las demandas que hay, mirando las soluciones. Nos interesa que los alumnos estén contentos con la formación que reciben. Y si hay disfunciones y las quejas son de más de una persona, son de varios alumnos, pues parece que puede tener su peso y por eso hay que ver qué pasa. Pero también es verdad que estamos en la administración pública y rige la libertad de cátedra, y nosotros también defendemos hasta el final la presunción de inocencia.

-Ha mencionado varias veces la buena sintonía con la conselleria de Educación, aunque su titular, Martí March, fue un defensor del que fuera su competidor en las últimas elecciones, Toni Riera, ¿ha afectado esta 'rivalidad' a la relación de ambas instituciones?

-Últimamente la relación fluida es con el director general [Juanjo Montaño]. Con el conseller dijimos que teníamos que ser leales los unos con los otros y los otros con los unos. No me puedo quejar de esta relación ¿Qué a veces saltan las chispas? Sí, como en todas las relaciones humanas. Pero creo que todos hemos sabido mirar por la Universitat, sin fijarnos en si uno estaba en un lado y otro en el otro lado. Ahora me dicen que está con otro candidato en este momento, pues no sé, ahí no quiero entrar. El conseller hace de conseller, el rector hace de rector, cada uno ha de defender su espacio y luego tiene que haber puntos de encuentro e incluso pactar las divergencias. Se ha demostrado que las relaciones a nivel de equipos de dirección funcionan, con cosas como Medicina o los complementos para los profesores.Hay cosas que no hemos podido hacer, como reducir la presión burocrática que supone el Plan Bolonia para los docentes"

-¿No es una vergüenza que, en el contexto del Plan Bolonia, aún haya clases con hasta 75 alumnos en los estudios más demandados, como Educación o Derecho?

-Hemos ido reduciendo de 90 a un máximo de 75 alumnos. Lo ideal serían 60. Cada vez que hacemos una reducción de este tipo a nivel presupuestario supone un coste muy importante, tenemos que coordinarnos con el Govern y es una de las cosas que podría hacerse a través de un contrato programa. Sería uno de los indicadores que ayudaría a mejorar la calidad docente. Pasar de 90 a 75 alumnos por grupo ya ha sido un paso importante, quizá no espectacular pero sí significativo.

-Uno de los temas que está trabajando con la conselleria de Educación es revisar la formación inicial de los maestros, ¿hay medidas concretas que se vayan a aplicar pronto?

-Es un tema importantísimo para esta comunidad y supondrá cambios importantes. Tenemos la imagen de los países nórdicos, que dignifican la función del formador, lo que implica un control de acceso diferente.

-¿Para entrar en magisterio habrá que superar una prueba más restrictiva aparte de la Selectividad, habrá más filtro?

-Más que una prueba más restrictiva, se tendrán más en cuenta algunos parámetros de Selectividad, como se hace en otras comunidades. Eso es lo que tenemos que avanzar con la Conselleria. Si nos convencemos que tenemos que hacer esto, lo expondremos juntos, UIB y conselleria de Educación, en su momento. Queremos algo muy consensuado. Si queremos mejorar la educación tenemos que mejorar la formación inicial de los profesores ¿Salen mal formados ahora? No, pero el educador no tiene ahora los mismos requerimientos que los que tendrá de aquí a cinco años.

"No puede ser que haya alumnos que se sientan insultados por un profesor, hay

que ver si ha sucedido"

-La semana pasada intervino en la jornada '

-A ver, no queremos multiplicar por tres la inversión para ir a la luna: si lo logramos, aún nos quedamos por debajo de Valencia y muy lejos de Cataluña. Si siendo la comunidad autónoma con la menor inversión tenemos buenos resultados, aumentando la inversión serían mucho mejores. Queremos captar talento, captar gente que sepa captar fondos europeos, y que el Govern se implique en este proceso. Lo que se invierte en investigación revierte en la sociedad en el medio y largo plazo. Lo que no puede ser es que en una comunidad con el PIB que tiene Balears se dedique solo el 0,02% a investigación. Pretender avanzar hacia la economía del conocimiento es una quimera si no cambiamos esto. Ya que ahora todos los partidos dicen apostar por la innovación y tenemos esta promesa del Govern, debemos aprovechar. Si no llegamos al 1% del PIB que es lo prometido y llegamos al 0,70%... bueno, pues ya chapeau.

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