Un director de discoteca, que durante años ha trabajado para Bartolomé Cursach, y que ha sido uno de los testigos que ha declarado contra el empresario, ha pedido protección policial. Como consecuencia de que su nombre aparezca en el auto judicial y, por tanto, se le identifique, se siente en estos momentos amenazado, no solo él, sino también su familia.

El profesional de la noche ha confirmado que, mientras trabajó para Cursach, la discoteca apenas recibía inspecciones policiales. Sin embargo, cuando cambió de empleo y pasó a trabajar para otro empresario, las inspecciones eran continuas y, además, siempre las hacían los mismos policías, a los que identificó ante el juez.

El testigo ha presentado esta denuncia ante la Policía, pero tiene previsto entrevistarse con el juez Penalva, que decidirá si es necesario o no que se le proporcione una especial protección.