La mitad de los trabajadores de Balears están en empleos que no corresponden con el nivel de formación que han recibido, principalmente porque los estudios que han realizado quedan por debajo de lo necesario. No obstante, también existe un apreciable número de personas, mayoritariamente universitarios, que se ven abocados a desarrollar funciones para las que se encuentran sobrecualificados, según el estudio elaborado por la Fundación Impulsa y presentado ayer en el encuentro desarrollado en CaixaForum, al que asistieron el conseller de Trabajo, Iago Negueruela; la presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas; el director territorial de Caixabank, Xicu Costa; y el director de la fundación, Antoni Riera.

Según este informe, el 50,7% de la población ocupada de las islas trabaja en empleos que no son los adecuados para su nivel formativo. La economía de las islas genera sobre todo un tipo de puestos de trabajo pensados para personas con una preparación de nivel 'medio', como puede ser la formación profesional. En concreto, algo más de un 60% de la demanda de trabajadores que hacen las empresas de Balears se encuentra en esa categoría. Sin embargo, la población que se ha formado en estas materia se limita a un 29%, es decir, menos de la mitad de la que se necesita.

¿Cómo solventan este problema los empresarios? En la mayoría de los casos, contratando a personas con una formación inferior a la que se precisa, especialmente en el caso de empleos con mucha rotación de personal. Hay que recordar que el archipiélago se caracteriza por ser una de las autonomías con mayores niveles de fracaso escolar y abandono de los estudios, lo que implica la existencia de una gran bolsa de personas muy poco cualificadas. El resultado es que el 33,7% de la población ocupada (es decir, uno de cada tres trabajadores) está desarrollando una labor para la que no está suficientemente formado, lo que supone meterse en un traje que viene grande.

Pero también hay muchos casos en los que la situación es la inversa. Como se ha indicado, la mayoría de los empresarios buscan a personas con nivel de formación medio, lo que supone que la demanda de universitarios es notablemente inferior a los que salen cada año de esas aulas. El resultado es que un 17% de los trabajadores de las islas están desarrollando labores para las que están sobrecualificados.

¿En que sectores son más habituales estos problemas? La construcción y la industria balear se nutren en buena medida de personas con niveles de estudios que quedan por debajo de lo que realmente se necesita, aunque también es fácil encontrar este tipo de casos en la restauración.

Por contra, la hostelería, las entidades financieras o los seguros aprovechan la fuerte demanda de empleo existente para nutrir sus plantillas con trabajadores cuya formación es superior a la que se les va a exigir en el desempeño de sus funciones.

Un dato a tener en cuentra: estos desfases son menos acentuados en los empleos indefinidos, y por contra alcanzan su máxima expresión en los más precarios y los que van acompañados de una mayor rotación.

Medidas a adoptar

En una situación como la expuesta, el director de la Fundación Impulsa plantea dos retos. El primero es fomentar la formación entre los jóvenes para que, en lugar de abandonar sus estudios, se decanten por la enseñanza de ciclo medio, dado que es ésta la que concentra el mayor volumen del empleo que se genera en las islas.

Pero tan importante como eso es "sofisticar el proceso de producción" de las empresas isleñas, o lo que es lo mismo, elevar la calidad del producto para así generar puestos de trabajo adecuados para las personas con una titulación superior. O lo que es lo mismo, apostar por el valor añadido.

Estas tesis fueron respaldadas por los asistentes. Así, Carmen Planas destacó la necesidad de elevar la competitividad de Balears y la creciente concienciación de los empresarios en torno a este tema, mientras que el conseller Negueruela recordó la labor que el actual Govern desarrolla para mejorar la formación de los isleños y en materia de intermediación laboral. Por su parte, el director territorial de Caixabank advirtió de que en la sociedad del conocimiento "los desequilibrios del talento tienen un impacto determinante".