El magnate del negocio nocturno de Palma, Bartolomé Cursach, se ha negado a declarar esta mañana ante el juez Penalva y los fiscales Carrau y Subirán, acogiéndose a su derecho a guardar silencio.

Su abogado le ha aconsejado que no declare, debido a que la causa por corrupción está secreta y no se conoce el contenido de las declaraciones de los testigos, ni las pruebas que ha recogido la Policía. La presencia del empresario en el despacho del juez apenas ha durado unos minutos, dado a que no ha respondido a ninguna respuesta.

Antes del empresario, los dos ejecutivos del Grupo Cursach, Tolo Sbert y Antoni Bergas, tampoco han querido declarar y han sido trasladados de nuevo a los calabozos, a la espera de que se decida sobre su futuro.

Está previsto que la fiscalía anticorrupción solicite el ingreso en prisión del empresario de la noche, ante los graves delitos que le imputan.