El auto de ingreso en prisión del magnate de la noche Tolo Cursach incluye escenas de la gran violencia sufrida por empresarios de Magaluf que eran competencia de la discoteca BCM, propiedad del empresario investigado.

Relacionadas

Estas personas aseguran haber sido víctimas de agresiones verbales, acosos, intimidaciones, amenazas e incluso daños físicos por parte de empleados del Grupo Cursach, especialmente guardas de seguridad o relaciones públicas.

"Hay una tumba sin nombre para ti. Eres un gilipollas; esto lo va a pagar tu familia: sabemos donde viven y estás jugando con la vida de tus hijos". "Esto viene de lo más alto. No deberías haber enfadado a Tolo (Sbert, el número dos del Grupo Cursach). Es así porque lo manda Tolo. Yo no puedo hacer nada".

Estas son algunas de las amenazas que los empresarios aseguran haber recibido para que acabaran vendiendo sus negocios a Cursach.