El empresario Tolo Cursach y dos de sus directivos, Bartomeu Sbert y Antoni Bergas, pasarán mañana a disposición judicial. El magnate de la noche y sus lugartenientes han pasado su primera noche en prisión después de que ayer fueran arrestados a instancias del Juzgado de Instrucción número 12 que dirige Manuel Penalva, en el marco de la presunta trama de corrupción entorno a la Policía Local y a negocios de ocio nocturno.

Durante la mañana de este miércoles, la Policía ha continuado los registros iniciados ayer en varias sedes del conglomerado empresarial propiedad de Cursach, y ha recabado documentación en la discoteca BCM de Magaluf.

Está previsto que a los tres detenidos se les tome hoy declaración en sede policial y que puedan pasar a disposición judicial a lo largo del día de mañana, han informado fuentes de la investigación.

Las detenciones de Tolo Cursach y sus dos hombres de confianza se llevaron a cabo ayer en el seno de unas pesquisas declaradas secretas y que forman parte de la macrocausa contra la corrupción en las Policías Locales de Palma y Calvià y en otros departamentos administrativos de Cort. El fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán también está al frente de la operación.

Cursach es sospechoso de haber cometido unos quince delitos, entre ellos prevaricación, blanqueo de capitales, cohecho, contra la Hacienda Pública, narcotráfico y corrupción de menores. El empresario empezó a ser investigado al principio de las pesquisas contra las tramas de corrupción de la Policía Local, pero nunca hasta ahora había sido imputado o detenido.

Cursach ha sido uno de los empresarios de la noche sospechosos de recibir un trato de favor por la Policía Local y otros departamentos municipales a cambio de sobornos.