El plato fuerte de la 'Operación Sancus' se reservaba para el postre: la detención de Tolo Cursach y de sus lugartenientes Tolo Sbert y Toni Bergas. Mientras sus macrodiscotecas en sitios tan dispares como la Playa de Palma y Magaluf -con escala en el Paseo Marítimo de la capital balear- acometen labores de reforma, agentes de la Brigada de la Policía Judicial registraban ayer sus instalaciones.

Durante la jornada de ayer se dieron situaciones pintorescas. Así, mientras los operarios se dedicaban a colocar grifos de cerveza en las barras de Megapark, los efectivos de la Policía Nacional procedían a registrar sus instalaciones en busca de documentación incriminatoria del magnate de la noche mallorquina.

Los escasos turistas que acertaron a pasar ayer ante la puerta de la habitualmente concurrida discoteca en la Playa de Palma observaron con sorpresa la presencia de los vehículos del Cuerpo Nacional de Policía estacionados en la puerta del emblemático local. Algunos ciclistas que pedaleaban por el Balneario cinco no pudieron evitar volver la cabeza y mirar qué ocurría.

Las diligencias se repitieron ayer por la tarde. Más investigadores de la Policía Judicial se personaron en la discoteca. También acudieron efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Los agentes coincidieron de nuevo con los operarios que reformaban el mastodóntico local.

Los registros se extendieron a la discoteca BCM, el buque insignia de Tolo Cursach en Magaluf. El panorama era aún más desangelado en este núcleo turístico de Calvià. Durante la temporada baja se convierte en una suerte de ciudad fantasma. La ausencia de curiosos era total.

Los investigadores también inspeccionaron las dependencias del gimnasio Megasport y la sede del Grupo Cursach. Muchas personas que acudieron a entrenar ni se percataron de su presencia.