La bacteria Xylella fastidiosa, que afecta hoy a las variedades vegetales de Mallorca con dimensiones de plaga, fue señalada en 2010 por primera vez a la conselleria de Agricultura como posible causante de la mortandad de almendros. En concreto, la alerta correspondió a una comunicación efectuada al laboratorio de Sanidad Vegetal del Govern por Eduardo Moralejo, investigador en Patología Vegetal con una veintena de artículos en publicaciones de impacto y 14 años de trabajo científico en el instituto Imedea.

En aquellos momentos, la Xylella no constituía una prioridad en la investigación de patologías arbóreas. La conselleria de Agricultura se hallaba en 2010 en manos del PSOE, con Mercè Amer y Albert Moragues como titulares sucesivos. Pese al precedente y al aviso del científico, tampoco se produjo actuación alguna al respecto durante los cuatro años que Biel Company permaneció al frente del departamento en el Govern Bauzá. El actual conseller, Vicenç Vidal, ha tardado más de un año en admitir una invasión que todavía hoy ocultaría de no mediar las publicaciones de este diario.

El Govern vigente admitió el primer caso de Xylella a finales del año pasado, tras ser detectado el microorganismo en plantas de un vivero de Portocristo. Se da la circunstancia de que esta identificación como foco de la plaga se produjo a dos kilómetros del almendral donde en 2010 ya se apuntó a la presencia de la bacteria.

"En aquellos momentos me pronuncié con una seguridad del 25 por ciento, hoy me jugaría mi dinero al noventa por ciento de que la Xylella mató a aquellos árboles. Lo apunté y lo sugerí, hoy casi lo afirmo". Moralejo formó parte de un equipo del Imedea, de la universidad de Valencia y de los propios laboratorios de la conselleria que durante tres años investigaron una extraña mortandad de almendros en son Carrió, término municipal de Sant Llorenç.

En 2008, los propietarios mallorquines de una finca de varias hectáreas de almendros se pusieron en contacto con la conselleria. Estaban sufriendo una tasa anormal de mortalidad. Moralejo destaca que "nunca había visto nada igual en cultivos en toda Europa". La superficie afectada se extendía a cada visita de los investigadores. La atribución final se centró en exclusiva en el complejo de hongos existente en los árboles, pero el patólogo vegetal puso sobre la mesa a la Xylella.

Moralejo disculpa a los laboratorios de la conselleria, "porque en aquel momento la Xylella no había llegado a Europa. Es probable que no se dispusiera de los reactivos". Más sorprendente resulta la inacción política durante los seis años transcurridos desde el que ahora quedaría acreditado como foco inicial de la bacteria.

La confirmación retrospectiva de que la Xylella no es una recién llegada ha llevado a Moralejo a estimar su desembarco aproximado en Mallorca. A partir de un origen "casi seguro" en viveros, y de tres fases de penetración cuatrienales, el investigador alcanza la conclusión de que el desembarco de la plaga se produjo a principios del milenio.